- Dime luna, ¿ Anidaré en los sueños de alguna mujer? ¿Seré objeto de pensamiento de alguna doncella que se haya fijado en mi?- le pregunté.
- Hablaré con ella, te lo prometo. Desde aquí arriba divisaré a la mujer que pertenecerás en su corazón y así juntos romperéis barreras y nadie os separará nunca. Se paciente.- me confortó.
A día de hoy aún espero respuestas de la dueña de la noche, mas no he vuelto hablar con ella desde aquel día. Confío en que pronto sepa algo y me de la señal que necesito y así vuelva a recuperar mi estado de ánimo de estar tanto tiempo solo.
Hoy despierto del sueño con la esperanza de que pueda ser posible.
