Peregrino,
por el sinuoso camino,
sigue la vida suspiro a suspiro,
en el horizonte espera el destino.

Paso a paso,
deambula sin importarle el ocaso,
deshidratado y con víveres escasos,
sin apresurarse pero sin descanso.

Arrugas le salen pese al tiempo,
su cuerpo cansado, se hace viejo.
Tan solo lo impulsa el viento
a finalizar su viaje, su tormento.

Joven, dueño de senderos
escalando, caminado, viviendo.
Viejo, despojo del camino,
cansando, gimiendo, muriendo.

Peregrino,
que con pan y vino tus pasos guías,
camina tranquilo y seguro por ruinas.

Peregrino,
que vagas por siempre perdido,
tus huellas retornaran a su nido.

Peregrino,
de infinitos caminos recorridos,
de cuerpo y alma malheridos.

Peregrino,
cerca se divisa el destino,
silencioso y merecido.

Tras tanto tiempo en las aceras,
siempre caminarás a mi vera,
tu luz se apaga en el sendero,
ve seguro y tranquilo,
descansa en paz,
peregrino.

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