No volveré a llorar como ayer
hasta la última letra de tu nombre olvidare,
podrá las rosas de mi jardín marchitarse
y los pájaros ausentarse,
el viento seguirá golpeando el cristal de mi mustia ventana,
los días seguirán su curso, el sol no dejara de brillar.
La risa de tu mentira se turbara
por el vino chispeante de tu soledad, embriagado con el
ajenjo de amargura, una y otra vez me llamaras,
entonces entonces solo seré un recuerdo que te habitara
sin tregua hasta el fin de tus días,
Y yo no volveré a llorar como ayer.
En el desencuentro del amor, habita un mundo en el que los poemas se escriben como epitafio y las voces sin querer, suenan tan bellas, como suena la tuya en este inmenso poema. Es una preciosidad.
Pol, me emocionaste!! Muchas gracias por tan lindos detalles, por tus palabras, las rosas preciosas, mil gracias. Un fuerte abrazo, agradezco tu amable tiempo.