Escribo en la calle. Vivo en un duplex.
Y en el piso de arriba tengo mi despacho, que da paso a la terraza.
Allí recopilo lo que escribo en la calle.
Tengo siempre invitados.
Leopoldo María Panero está siempre,
gorroneándole porros a William Burroughts.
Reinaldo Arenas, Leonardo Padura, Pedro Juan Gutierrez, Amir Valle y Daniel Chavarría nos acercarán hoy a la literatura cubana.
"-Estupendo -dice L.M.P- entre los cubanos hay mucho maricón".
Lo que es un misterio es como cabemos.
Si bien es cierto que dejamos la terraza abierta y en ella se colocan todos de hachís y mariguana.
L.M.P protesta.
Dice que la vida es una mierda.
-"Las playas, la homosexualidad de sus efebos, las caipiriñas...", dice Reinaldo.
"-Si -insiste L.M.P.- pero todo ello no hace sino confirmar que la vida espiritual no existe".
"-Si pero entre tanto dame una buena bunda (culo)", señala Reinaldo.
-"Yo os he reunido porque quiero que escribamos juntos. Poca cosa: Un par de líneas cada uno".
En ese momento me dí cuenta que Daniel y Pedro Juan se están fumando un chino de caballo con Leopoldo. Lo cual no acababa de gustarme.
"Bueno Kiko, me han dicho que para pillar buen jaco debo ir a Penamoa....
"Sí, así es. Pero yo prefiero que no os piquéis...Hay que crear", dije.
"Y cual es sino la creación espiritualmente superior sino la del que está puesto. Ahí tienes a la Beat Generation. Pandilla de yonquies", destacó Leopoldo.
"Bien chicos sabéis cómo llamo yo a este despacho: Mi Capilla".
"En ella vive el espíritu", sentencié.
"Y dime Kiko: ¿Por qué no has traído a mujeres?,
las hay fantásticas escritoras", preguntó Daniel.
"Porque yo se lo he pedido -señaló Leopoldo- ya que os voy a proponer que hagamos una cama redonda dirigidas por Reinaldo y por mí".
El texto se escribió.
Pero lo que fue apoteósico fue
la cama redonda,
donde
quien no era homosexual,
lo fue, con todo su sabor.