-ziiiiiii...".
Nueve y media de la mañana, en el Cantón Grande de A Coruña.
Me dispongo a sacar cincuenta euros del Telebanco.
Extraigo la tarjeta de la cartera.
La introduzco.
Me pide el PIN, "6666".
Me ofrece en un panel las cantidades a extraer.
Elijo "50 euros".
Y "Flop", el cajero me abona un billete con la cantidad requerida.
Pero justo cuando debía salir la tarjeta de crédito: "Ziiiiiiiiiiiiiii.."
Comienzan a salir del cajero billetes de cincuenta euros sin interrupción.
Una vez lleno el dispositivo de almacenar billetes comienzan a caer al suelo.
La gente, con disimulo al principio, empieza a recoger los billetes, que caen por decenas al pavimento.
Mi pregunta es obvia: ¿Será todo este dinero de mi cuenta?.
Así permanecimos por espacio de quince minutos. Y cuando ya habría seis o siete mil euros en la plaza olívica llegó un coche de policía.
Despejaron la plaza de enfervorecidos ciudadanos a la caza de billetes.
Y yo os lo juro que pude ver cómo uno de los agentes introducía un fajo bajo su camisa.
Al cabo de veinte minutos llegó una furgoneta del banco, dos operarios rodearon el cajero y con un taladro y otras herramientas lograron frenar la caótica distribución de dinero.
Finalizado el episodio fui a otro cajero del mismo banco para comprobar que el dinero no provenía de mi cuenta. Y efectivamente, mi saldo era el mismo de antes del desaguisado