El día menos pensado, en el justo momento en el que piensas que ya nada bueno te puede suceder, aparece una persona. Y esa persona que creíste no era nada en su momento, con el tiempo comienza a ser alguien especial. Alguien por quien te tiemblan las piernas y las manos, te falta la respiración, alguien que con solo mirarte ya hace que no puedas pensar en otra cosa, alguien que hace que se te escape una sonrisa cada vez que ves algo que te recuerde a él, alguien que cuando te bese el mundo se pare. Y te preguntas por qué no le conociste antes, por qué no te fijaste cuando con él te cruzaste, por qué no ha aparecido antes en tu vida. Y al llegar esa persona, al estar ya dentro de tu vida te das cuenta de que no quieres que salga, que quieres que se quede a tu lado, todo el tiempo posible, que te haga feliz con solo verle, que te diga te quiero sin importar ningún pero. Y entonces la vida no es como antes, algo ha cambiado, él lo ha cambiado, ha hecho que duela cada minuto que no está pegado a tus labios, ha hecho que todo cambie de color y que sea más fácil sonreír cada día.
