Aquel muchacho te quiere,
te ama y llora,
llora ramos enteros de flores para regalarte,
sea enero, sea mayo, sea Marte.
Aquel muchacho te quiere,
te ama y llena cuadernos de hormigas
...
Un domingo de Resurrección del alma;
me he arrodillado ante el púlpito,
mientras el ruiseñor hacía cantar la ermita
y tras haber comido el cuerpo de Cristo,
lo escuché, y me borró la neblina de...
Soy un hombre, (un niño mejor dicho)
hecho de cristal, de cristal y pluma,
porque cuando siento creo flotar libre,
pero cuando siento, más que en un corazón cupiere,
me veo tirado en mil pedazos d...
Soy un esqueleto de dos metros
con un vacío de carne en el alba del pecho,
que se arquea, abriéndose,
dejando ver un éter grisáceo, vespertino,
que lleva cientos de trozos por mi pecho,
llámes...
Estoy escuchando hoy mis sentimientos como
una emisora de radio que va perdiendo la señal,
nublado;
y mira que le doy fuego a mi sentimiento,
que soplo viento que lleva el nombre de tus besos,
el...
Dentro de mi pilar de huesos,
de mi cuerpo,
mi alma emite halos de luz
como si fuera un crepúsculo vespertino,
y mientras se reflejan
a través de una sonrisa, de un latido,
de una lágrima,
mi ...
Tú eres el piano, y yo, las manos,
que mientras la luna brillaba surcando
la palidez de tu cuerpo, de tus teclas,
me senté en el taburete y te quise contemplar,
agité mis manos por el pantalón par...
Miro a la ventana,
y brilla el sol, y
se escucha llover, y miente,
y gotas entran por la ventana
donde no llovía, donde nubes no lloraban.
Miro fuera, más a la ventana,
y sigue brill...
Todas las olas que llevan nuestro nombre
rompen, en una marea constante;
el mar del sentimiento es lo que llevamos por sangre
y recorre todo nuestro cuerpo, desatándose
en el relámpago del abrazo,...
Quién dijo, pequeña criatura,
que el ruiseñor tuviera que ser pájaro,
que las alas tuvieran que ser de aves.
Miraste el pozo, como quien encuentra un tesoro,
miraste el vacío de la melancolía,
el...
EREBO DEL PECHO
En un sendero cenizoso,
en el que han erupcionado tantas llamas;
borbolleado tantas cascadas;
oído tantos estruendos, tantos terremotos,
yo camino, y creo que esto es
algo etér...
Te estoy escuchando decirme cosas
desde tu habitación;
pero no alcanzo a oírte,
no capto al mirlo cantando.
Oigo algo así como que la cama
no tiene lados,
como que cada suspiro
se lleva las...