“Sé que estás aquí…
cuando el soplo del viento toca mi cara,
cuando me siento solo y evoco al recuerdo
o cuando de un árbol cae una hoja
y se va desmallada con el viento,
cuando veo una flor que prende en botón hermosa,
pero siempre y sencillamente
cuando una lágrima vuelve a brotar
en la alegría de tu grato recuerdo…”
Tal vez mis ojos no te miran más,
y se bien que ya no se oye tu voz,
pero hay las remembranzas que resguardo en mi ser…
mis memorias de ti alojadas en mi corazón.
No sé de los destinos
cuando desdeñan en la profundidad de la razón,
capricho de los que se adelantan en la vida,
vuelo que se emprende,
caminos todavía no encontrados
pero que todos conoceremos.
Y
aunque las lágrimas me visiten a diario,
a veces bajo el fulgor de tu imagen,
a veces bajo la sonrisa que brindaste
siempre está ahí la sensación de tu presencia.
Retroceder el tiempo quisiera
Para ofrecer este poema…
Sé que estás aquí…
en la noche que me promete la estrella más alejada,
en la copa que brindo a tu recuerdo,
en la comisura nueva de mi frente
aquella que surgió de la tristeza
y en el último adiós que nos prometimos,
sé que estás aquí…
en el pulso de mi latido,
que me demuestra que seguimos vivos,
en la brevedad del recuerdo en vida
y en la ironía de los que se han adelantado en el camino.
LEONARDO BELLOC AGUILAR
