Elegí,
poder cantarte al oído.
Decidí,
un nuevo mundo contigo.
Mi pasión,
mi delirio, nunca mi castigo.
Corazón,
tú la melodía, yo el ritmo.
Creo que puedo
volver a soñar,
volverme a ilusionar.
No tener miedo,
y como un hombre de acero,
luchar y triunfar.
Eres mi punto cardinal,
eres mi unión con la nobleza.
Mi medio de fuga de la tristeza,
mi espada contra todo mal.
Sé que no te gusta
que te escriba de continuo.
Que me divierta así,
como un trovador antiguo.
Que me modernice ya,
que quieres salir a bailar,
y escucharme a mí cantar,
jajaja, ¿y qué más?
SI escribir para ti
es renunciar a un estilo,
porque cambio
de la noche al día.
Y para quedarse así,
como un viejo en su asilo,
prefiero tu cariño
hasta si tengo que pasar,
por la vicaría.
Me callaré ya,
solo digo tonterías.
Pero no se puede evitar,
hoy ha ganado la ironía
la batalla, a la ideología.
