Por la ley del ego te volo,
y en caso de guerra,
para que salgas ilesa.
Yo prefiero quedarme solo,
huir de Gordio a otra tierra
para que sigas siendo duquesa.
No hay otra como tú
prisionera de mi mes de abril,
el zafiro más azul.
Solo te pido, sálvate tú.
Te engañaría de nuevo
sin dignidad ni decoro
trocando tus besos
en monedas de plata.
Empeñaría mi futuro
a cuatro pesetas el duro
y no te tomaría por niñata.
Parece mentira que te quiera,
parece mentira que busque
como un torquemado sobrevivir
a tus fusilamientos sin plañideras
o a tus caricias carentes de embuste.
Pero el amor es así, querida;
juega como un niño en el jardín
o como preso en patio de recreo.
Azúcar en tus despedidas.
Sal en cicatrices de postín.
Matrix prejubilando a Neo.
Dios me negará el saludo
si me veo en la tesitura
de romper nuestro alma en dos.
Tranquila, no estoy en un lío
así como no estoy a tu altura.
Resquicios en llaves de judo.
Tu corazón seguirá sin corrupción
solo gangrenará el mío.
Luko:
Dios me negará el saludo
si me veo en la tesitura
de romper nuestro alma en dos.
Tranquila, no estoy en un lío
así como no estoy a tu altura.
Resquicios en llaves de judo.
Tu corazón seguirá sin corrupción
solo gangrenará el mío.
Tanto sacrificio bien se lo merece esa duquesa.
Un gusto.