Dios mío, hoy un poder inspirador me ha inyectado la alegría en el cuerpo y me hace sentir tan libre y feliz que no puedo evitar escribir todo lo que siente, todas las historias que me están viniendo a la cabeza, como aquella que dice:
"Una vibración recorre la tierra, imperceptible para los estúpidos humanos, pero perceptible para cualquier otro animal existente en este planeta. A las plantas les entra por las raíces y la vibración toma su cuerpo, a los animales les entra a través de cualquier parte de su pie que esté en contacto con el suelo. La vibración les llena, les hace sentir cosas diferentes, es como una canción que solo ellos entienden. Un sonido seguido y tremendo.
Ellos van paseando por el bosque, ajenos a todo, disfrutando de la naturaleza. Comienzan a escuchar un susurro que se eleva a su alrededor como si algo estuviese repitiendo una letanía que se eleva cada vez sobre sus cabezas. Al salto aparecen dos perros enseñando los dientes amenazadores mientras la letanía aumenta de sonido y comienza a hacerse audible. En su campo de visión van entrando animales que se unen en tono amenazador de los perros, en su campo auditivo sienten que detrás suyo el corro se está cerrando. Están aterrados, no entienden absolutamente nada, su mente racional es incapaz de entender que está ocurriendo y solo queda un sonido a parte de los latidos de sus corazones, y los de todos los animales de su entorno, una letanía que indica que la naturaleza, la ingenua naturaleza, ha madurado y ha reaccionado ante los seres humanos, hasta que solo queda: "!No pasarán! !No pasarán!..."