Celoso el fuego en esa fogata,
que desintegra toda tu historia.
Que será de los recuerdos bellos,
Que pasaron por las pupilas danzantes.
Quien podrá contarle
A las generaciones que vienen
Que el amor a veces destruye capas
De inocencia y silencios.
Déjame mirar por la ventana, a la nada misma
Sin soñar con un mañana,
Que el hoy pesa tanto
Que necesito deslizarme despacio
El cuerpo es simple conducto
Por donde pasa esa magia interna
Donde proyectados los rayos de los sueños
Inundan los costados insondables.
Acércate despacio a mi lado
Regálame la simpleza del abrigo
De no decirme nada.
Con tu presencia sin contacto.
Estoy atravesada de nubes
Tengo las manos con marcas de violencia pasada
Sangro por lágrimas derramadas
Pero así me curo, de la vida que se fue.
No dejes que me duerma,
Llámame si me ves que cierro los ojos,
Toma mi mano mientras trato de salir
Del infierno de ser yo.
