Tu lo sabes
el grito continua estrellándose
contra muros de miedos.
Todos somos expertos
en prescindir del agua,
hervir espacios, escupir el dolor,
coincidimos donde las cosas perdieron sus nombres
logrando evadirse el egoísmo con la soledad.
Cada vez son más culpables los sentimientos,
jamás aprendieron a jugar
aunque ellos te saquen del juego
y a girones sepulten
el afán de las flores
que dejan de perfumar
porque no tienen tiempo
y sin rubor recogen retazos de luna
dispersos en el último espejo.
Autora: María Esther Valiente