El escribir por escribir, no resulta, quiero decir no es fácil, ni suele llevar a ningún lado, sin embargo hay veces en que te sientes impulsado a escribir sin tener en apariencia nada que contar.
En cualquier caso se trata de un oficio artesano que precisa de mimo, cuidados y trabajo, sobre todo esto último y mucho esfuerzo.
La pereza parece no existir cuando notas que tu cabeza hierve de ideas cosntantemente, sientes como realidad única y primigenia que eres capaz de escribir montañas de libros sin desfallecer, sin pausarte pero..., a veces, la vorágine de la creatividad impulsiva se acaba, o simplemente te exige un descanso; es entonces cuando los miedos de la página en blanco comienzan a atenazarnos.
Es un momento amargo en el que crees realmente que las ideas te han abandonado, que lo de las musas es una patraña. Automáticamente empiezas a releer todo lo que has escrito hasta el momento y te dan ganas de romperlo todo y esparcirlo al viento, por que es todo tan banal e infantil por no llamarlo directamente malo...
Y es ahí, en ese mismo instante en el que un buen autor, un escritor de verdad empieza a trabajar, a garabatear papeles, a jugar con los títulares de los periódicos, a anotar fechas, nombres, lugares, sucesos, todos ellos dispersos e inconexos, todos únicos pero con una sola característica en común; ser parte de una gran obra ya sea novela, teatro o poema, el formato es lo único indiferente y prescindible.
Así pues el artesano de la pluma y tintero pone en práctica todas sus técnicas aprendidas y aprehendidas durante largos y solitarios años, a base de mucho tesón y voluntad y de una lucha sin cuartel contra si mismo y también contra la inmaculada faz del folio virgen, consigue finalmente dar a luz una obra inédita, propía, totalment suya, hecha de retazos robados a la realidad, de tal forma que aún siendo hombre comprende y asimila prefectamente lo que es traer una criatura al mundo.
Y en esto básicamente (según mi propia opinión) consiste la literatura, es como la vida misma: estar solo, temer, temblar y esperar.
bien pensado y mejor escrito!
me gusta! saludos