Para bien, tengo plasmado el tono de tus ojos.
Para mal, no sé con qué se deleita tu mirada.
Para bien, recuerdo la geometría de tu sonrisa.
Para mal, no soy yo quien provoca tus risas.
Para bien, disfruto cada curva de tu cuerpo.
Para mal, mi tacto es un sentido en vano.
Para bien, eres mi recuerdo más constante.
Para mal, eres mi tragedia delirante.
Para bien, te quiero.
Para mal, aún más te quiero.