Velar las horas muertas
sin más bálsamo que el llanto;
descubrir las manos yertas
que una vez amaron tanto;
parir palabras de consuelo
inventadas sin querer;
sufrir macabro duelo
sin poder comprender;
evitar tentaciones
súbitas e impiadosas;
ignorar en ocasiones
necesidades imperiosas...
Razón por amor fundida
declama su verdad:
brega ser atendida
o gozar de libertad.