Vengo de la humanidad misma
y voy al plano subsiguiente...
donde la noche se mezcla con el sueño,
y el hombre común intenta flotar en lo irreal,
mi cuerpo, en la expectación de la luz,
en ese lugar, es donde me siento más comoda...
vengo del ayer, para morir en el mañana,
vengo de la duda y voy hacia la verdad,
la nada exsistencial existe,
la nada exsistencial, crece...
la profundidad del mar explota en la nada,
me hundo en las arenas blandas del todo
para terminar en nada, todo es nada...
Esta humanidad burbujeante de rutina,
nos amontona para jugar,
pienso..., mi pensamiento,
me lleva a pensar, que pienso, que soy,
pienso donde no soy, soy donde no pienso...
soy un juguete de mis pensamientos...
en la expectación de la luz...
es allí, donde me siento más cómoda.
La verdad es que la oscuridad y nuestros pensamientos en profunda comunión son capaces de enaltecer poemas y de dar a luz versos tan bellos y tan profundos como estos.
Cuando la mente se concentra en la oscuridad en un punto de luz, este se convierte en mundo de soñadora claridad que nos hace navegar por universos de creación y de fructífero conocimiento.
Un gran poema.
Un saludo Movisi.