Ya no canta el parque
ni la calle grita.
Ya no atosigan las colas
ni los geranios respiran.
Ya no vociferan los coches
ni los locales apestan.
Ya no recordamos,
el último abrazo dado,
ni ese beso apasionado
de una breve despedida...
Nunca un ya fue para siempre,
ni un hasta luego un final,
así que ese día... !volverá!
Volverán esos abrazos,
esos besos bien guardados,
esas risas sin medida,
de ese parque de alegrías.
Volverán esos geranios
con sus flores y su aroma,
porque estando en primavera
ya durmieron suficiente.