Te espero aquí, a la sombra de los recuerdos,
Entre las promesas que hicimos soñando.
Te extraño con tanta fuerza que me pierdo en el tiempo.
Te espero, entre la nostalgia de un vale expedido
por horas gastadas a tu nombre.
Te siento, en las poesías que leo y nos identifican.
Te quiero, entre las experiencias del pasado y las esperanzas del futuro.
Te añoro, entre el discurso "no quiero pensarte pero te necesito";
entre la dicotomía "me haces daño" y "no te vayas jamás".