Caracol
Aquel único recuerdo que poseía de la última vez que fui feliz, se encontraba roto, despedazado. El recuerdo y el corazón son uno.
¿Existe alguna diferencia entre el vidrio y el corazón? No lo creo. Ambos se rompen muy fácilmente. Con cualquier descuido la belleza del cristal se termina.
Pero
¿No habrá algo que lo pegue?... ¿Qué no deje huella? ¿Resistol o algo?
No, quedarían las marcas. Tú, él y yo, sabemos que está roto
y eso no cambiará.
Aquel recuerdo de la última tarde que él y yo pasamos juntos, yace en el suelo. Intenté verlo una vez más, recodar su rostro, su sonrisa, su forma de ser
pero se resbaló de entre mis dedos.
Era tan pequeño que costaba mucho trabajo tomarlo. Se escabulló de entre mis dedos [
malditos dedos torpes]. La mesa, el estante, las pocas horas de sueño me impidieron salvarlo.
Era de madrugada, casi todo en silencio, mientras mi mente estaba ensimismada con la música que siempre odió, mis torpes dedos [
ellos tuvieron la culpa] no pudieron rescatarlo.
A pesar de tener música en los odios, escuché cuando llegó al suelo, como sonó, como se estrelló el vidrio y con él las ilusiones, el último recuerdo de felicidad. Quise llorar por todo lo que representó ese pedacito de vidrio
pero no fue así, mi cerebro entristeció, pero mi corazón, ¿incapaz de amar? no sintió más que indiferencia ante el hecho [¡mentira!, ¡mentira!].
Cuando pase la escoba se irán todas aquellas ilusiones que compré, que me vendieron como un objeto único e irremplazable.
Quizá el Quijote tuvo la culpa; tal vez la presión de no cometer ningún error me impidió reaccionar, tal vez el pequeño caracol de vidrio quiso morir y llevarse con él mis ilusiones.
Sí, es deprimente, patético y todo eso que estés pensando, pero no importa, porque el último sentimiento de tristeza se lo llevará mañana la escoba.
La Nínfula del Arcángel
Yo tengo el remedio infalible???
UNA cerveza????
No unir? lo que roto ha sido, pero te aseguro que el sonido del cristal muriendo, desaparecer? poco a poco...
Pero vamos, d?nos de beber m?s obras que se me antojan como las cervezas mismas