Ufff... a si que de esto se trataba. Mierda.
Y no es tu ausencia lo que duele, es la angustia de no saber que hubiera pasado, es el orgullo que me come por dentro, son las ganas de gritarte cuanto te quiero, es asumir que soy débil y es comprender que nunca tuve el control.
No importa, ya firme el acuerdo, no hay retorno.. o es que si lo hay?, acaso debo renunciar a mis cadenas?, tal vez eso es lo que quieres, tal vez es lo que esperas, y yo aquí ahogándome en el olvido.
Que débil somos, que frágil soy, trastabillo continuamente con tu recuerdo y escribo para apaciguar la pena.
Río arriba, surco baldío, remar para salir, salir para existir.
Me escondo en la cornisa hasta que el tiempo anuncie las buenas nuevas.
Conduce tu futuro lejos de mi, el viento aun me trae tu aroma, deja salir el sol que la lluvia ya derritió el hielo.
Que contorsión de palabras más emocionante, el poema es soberbio.