Iba a seguirlas y quede sobrecogida del terror, al ver a lo lejos la silueta de un hombre alto, fornido, estaba al lado de una ventana la cual desprendía una luz cegadora a causa del sol que había en el exterior. Solo se podía distinguir su figura, uno de sus largos brazos sostenía un hacha de la que goteaba un liquido el cual no pude alcanzar a ver que era pero si tengo en cuenta la cabeza sujetada por las crines que sostenía con el otro brazo, afirmo contundentemente y sin ningún miedo a equivocarme, que el misterioso liquido que caia causando una gran mancha en la madera del suelo, era sangre. No supe que hacer, me quede paralizada aquel hombre no me quitaba la vista de encima y sabia con total seguridad que hiciera lo que hiciese mi vida iba a encontrar su trágico fin a manos de aquel hombre.
Supuse que mi madre y mis hermanas ya habían escapado y se habían puesto a salvo, esta seguridad que tenía desapareció en el momento en el que escuche gritar de nuevo a una de las niñas y a mi madre.
Aparte la vista un segundo y aquel hombre había desaparecido, dejando únicamente un charco de sangre en el suelo.
Sin más dilación me apresure a la búsqueda de mi madre y mis hermanas. Demasiado tarde, dándome la espalda se encontraba ese hombre de nuevo. Esta vez pude verlo claramente, aunque solo fuera por la espalda, llevaba vestimentas de caballero medieval y a la cabeza que poseía anteriormente se unió una más pequeña. Mis temores fueron confirmados cuando se giro y contemple que la otra cabecita era la de una de mis hermanas y justo en frente del horrible caballero se encontraba el cuerpo inerte de una niña.
No supe que hacer solo decidí lanzarle lo primero que encontraba, mayoritariamente piedras, pero no causaron el más mínimo daño en su fuerte estructura.
Mi madre y mi otra hermana echaron a correr y con un ligero, pero certero giro de muñeca el caballero lanzo el hacha y en el acto las dos cabezas se desprendieron de sus cuerpos.
Sin ninguna duda la siguiente era yo, o eso pensaba porque el caballero se volvió a girar y se despidió con una horripilante frase: " para ti tengo la peor de las torturas, suerte".
Viví atormentada cada uno de los días a partir de ese y no llegue a comprender el significado de esa frase hasta hoy, el caballero sabia que con esa frase y el sufrimiento de ver muertas a mi madre y mis hermanas me volvería loca, y así fue, hoy me despido con este papel en la mesa y una pluma en la mano antes de acabar con mis locuras colgándolas del techo, hasta siempre!

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2 Comentarios

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  Buitrago

  Imahinación no te falta, ahora ¡¡tela!! si yo fuera una de tus hermanas y leo esto, no cierro un ojo a tu lado ni de coña. jajajajaja
  un abrazo
  
  Antonio

  05/08/11 09:08

• 

  Pepitogrillo

  Jajajaja gracias a Dios no tengo hermanas, fue todo inventado, solo tengo un hermano :P
  Un beso

  05/08/11 04:08