Sea como vos, dulce Lisa,
una damita sin prisa y acicalada.
Será que no estáis casada,
y eso me mata de risa.
Díjome una vez un sabio,
que lo mejor es saber,
que para buscar mujer,
no vale el lazo ni el palo.
No sirven miedos ni afanes,
sino sencillos galanes de piel curtida,
y risa siempre en la boca.
Luego, si es que os provoca
algún latido especial,
confiad que el animal siempre se esconde,
pese a ello, lo mejor es siempre
no tener ni mucho ni poco vello.
Sea pues mi poema tema de risa,
dado que dama con prisa es toda la humanidad.
Ironicemos jugando,
verso en el texto y callando,
pues el mucho decir provoca confusión;
sea pues el acabar lo mejor.
