Poemas de Amor
TE HE VUELTO A VER
Una niña muy bonita/me recordó como eras,
y supe que era tu hija/¡Tú misma, en tus primaveras!
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Hoy he vuelto a recordar el ayer.
Me dijeron: - es su hija -
Tu misma boca, con tus mismos ojos
y el ángel singular de tu sonrisa.
Yo traté de olvidar y no he podido,
aquella juventud siempre florida
pero hoy he vuelto a ver igual que entonces
el cuerpo angelical de aquella niña:
y se encienden mis versos apagados
con la luz y el calor de aquellos días.
Nunca mi corazón dejó de amarte
y siempre en ti encuentra su alegría,
la flecha de mis males fue tu olvido
y a cambio de tu olvido doy mi vida:
que en vez de detestarte, más te quiero
y crece mi cariño con los días.
Hoy te vi. igual que ayer,
alegre y rebosando de armonía,
¡símil de primavera!
que así eras por entonces de bonita.
¡Hoy he visto aquella cara. . .
que loco me volvió, siendo chiquilla!
.oOo.
-Manuel Cornejo González-
ME GUSTAS
Te quiero mujer , te quiero /eres luz de mis mañanas,
me perfuma tu presencia /y me endulzan tus miradas.
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Estoy contento cuando estás contenta,
cuando ríes y derrochas alegría,
cuando nada en la vida te entristece
y el disgusto y el dolor en ti no anidan:
estoy contento si contenta estás
y en mí, se hace milagro tu sonrisa.
Eres reina y razón de nuestros hijos,
espejo de virtud donde se miran,
ejemplo de honradez y de prudencia
y guía de hacer bien cuando caminan:
las copias vivas de tu dignidad,
educados, sencillos y altruistas.
Me gustas cuando hablando los mencionas
con ese amor de alabanza encendida,
con la pasión de la madre orgullosa
al situarlos en las altas cimas;
y la forma discreta en que los muestras
con tu voz musical tan cristalina.
Me gustas al hacerme revivir
esa fe que sin ti fuera perdida,
me gusta la ternura de tu alma,
tan clara, tan sensible, y tan sencilla:
con ese corazón que se te sale
si ayuda de tu bien se solicita.
Me gustas por la noche de tu pelo,
me gustas amor ¡mío! si me miras,
por tus ojos, tu cara y por tu cuerpo
erguido cual la caña de una espiga;
me gustas amor mío por ser bella
y el juego general de tu armonía.
Me gustas en otoño o primavera,
con la lluvia, o el sol que te acarician,
me gustas por las noches, por las tardes,
sonriente o llorando de desdicha:
me gusta tu desidia al levantarte
cuando a gusto en la cama tú dormitas.
Me gustas porque siempre tengo en ti
todo aquello que mi alma necesita,
y me gusta mi amor tus atenciones
que me adulan en bien cuando me mimas,
y te adoro, y te quiero: ¡no sé cuanto!
mucho, mucho me gustas, vida mía.
Y a todas horas mi cariño escalas,
que aumenta mi querer en demasía,
hora a hora se doblan mi te quiero,
y un jardín de estrofas y de rimas
me salen de mi alma para ti
por gentil, por honesta y por bonita.
Me gusta la forma en que a los años
le gana tu esperanza la partida
y bendigo a las horas generosas
que pasan tan benignas por tu vida,
me gusta que el rosal siga tan verde
en tu edén de ilusión y de la dicha.
Y me gusta más que mis versos: tú
pero más. . . más que todo me cautiva:
¡el verte despertar como una rosa!
diciéndome al oído Buenos días.
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-Manuel Cornejo González-
CUIDÉMONOS LOS DOS
Nos vamos poniendo torpes/el tiempo no pasa en vano,
ocurrió que nos venció:/démonos los dos la mano.
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Vamos a llevarnos bien, los dos nos necesitamos
para terminar los días que juntos Dios nos ha dado,
brindándonos el apoyo y el puntal de nuestros brazos.
Deja de refunfuñar y disimula los años,
que no es el mejor ejemplo de esa manera evitarlos:
eludamos controversia y el mal pasemos de largo.
Muy buena cara al presente y lucha contra el cansancio,
porque ahora más que nunca ambos nos necesitamos
y hay que aunar nuestras fuerzas para seguir respirando.
Vamos a llevarnos bien, el cariño nuestro báculo;
tú, con tu eterna sonrisa siempre naciente en tus labios
y yo mirando tu cara como un niño embelesado.
¡Y a cuidarnos vida mía. . .
los dos nos necesitamos!
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-Manuel Cornejo González-
