Amor cuántico
La teoría física más desarrollada por el hombre en cuestiones del estado de la materia se produjo cuando Eric Allin Cornell y Carl E. Wieman consiguieron hacer efectivo el condensador llamado Bose-Einstein. Estos dos hombres proyectaron matemáticamente la etapa de anexión de la materia que se proporciona a algunos elementos a temperaturas cercanas al cero absoluto.
Digamos que es la propiedad que precisa una cuantía macroscópica de las partículas de ciertos elementos para pasar al mínimo nivel de energía, lo que en la ciencia de física de partículas se llama estado fundamental.
La condensación cuántica es una propiedad que no tiene parecido conocido en la naturaleza.
Este estado se lo debemos al hallazgo del principio de exclusión de Pauli, pues soló a nivel cuántico las partículas bosónicas pueden tener este momento de adherencia: si las partículas que se han enfriado son fermiones, lo que se encuentra es el líquido de Fermi.
Y aquél que haya comenzado a leer esto, se preguntará para qué diantres sirve todo ésto; bien, ahora de memoria lo fundamental de este descubrimiento se ha traducido en los inventos de superconductores y ordenadores cuánticos.
Explicaré que un ordenador cuántico fabricado gracias a superconductores y para que nos hagamos una idea del gran avance que supone, en un computador cuántico de 30 cúbits equivaldría a un procesador convencional de 10 teraflops (10 millones de millones de operaciones en coma flotante por segundo), cuando actualmente las computadoras trabajan en el orden de gigaflops (miles de millones de operaciones).
Todo ésto que acabo de explicar seguramente a la mayoría le suena a Chino, pero si nos trasladamos del estado de la materia a nuestro estado de conciencia y comparamos qué es capaz de hacer nuestro cerebro tan soló con trasnmisiones neuroeléctricas y químicas, se crea en mí una duda que me perturba.
Si amamos prácticamente de una forma analógica y somos capaces como seres humanos de querer a nuestros semejantes, de querer a nuestros hijos, de morir por la pareja a la que amamos, mi pregunta es: ¿ como sería si amáramos de una forma cuántica?
¿Qué cosas podría hacer la humanidad si tuviera esa propiedad y cuál sería nuestro nivel de desarrollo, si amando como amamos somos capaces de haber creado todo lo que hemos creado con respecto a la creatividad?, ¿cómo sería tener la capacidad de amar casi infinitamente?
Yo no tengo la respuesta y desde mi ignorancia, solo diré que no sé cómo se puede querer más, que no sé cómo se puede amar más de lo que te amo.
No lo sé, amor mío, lucho cada día por saber, cada día de mi vida, pero no sé ni siquiera por qué te amo tanto, no sé por qué te quiero tanto, no lo sé cielo, soló puedo decirte que cada día que pasa hay una lucha interna dentro de mí para querer, para amarte más y más cada día.
No puedo amarte cuánticamente, pero te amo con todo mi corazón.