Atardecer templado, los ensueños se escapan como suspiros,
las fragancias de madreselbas, azahares y dulces olores lo inundan todo.
El recuerdo del futuro se hace presente y el ayer no existe, no ha sido aún,
sentada en un escalón , agazapada como bebé, me doy cuenta, que aún hay
silencios en mi, solo existo en una mínima pàrte de un mundo que inventé
allí, lejano en el olvido.
Una marea de suspiros inunda mi pequeño existir, que se contenta con la melodía
que día a día me acompaña.
Un gesto como un rayo , me trae el suave aliento de expresar, mis ojos
contemplan, en un mar de esperanzas la llave de,,,,una bruma silenciosa que se
adentra en mí.