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El Color de una Chica Olvidada: Parte 5

De vuelta a casa encontré a mamá junto a un hombre desconocido, ya no sentí la necesidad de estafarla, pues mi sueño de pintar había ido desapareciendo poco a poco, mientras en su lugar se instalaban los tatuajes, las fiestas, las armas y los besos de Gunter. Mi cuerpo estaba más que cansado, estaba totalmente agotado por lo que quise subir a mi cuarto sin decir ni una sola palabra, sin embargo mamá no opinaba lo mismo
- Jaz, dónde estuviste
- En la universidad
- No es cierto, ¿estuviste con ese muchacho verdad?
- No es asunto tuyo, así como tampoco lo es para mí ahora- dije mirando al hombre a su lado.
Extrañamente aquel hombre no parecía ser como los habituales, no fumaba, ni compartía una botella con mamá o se sentaba cómodamente en el sillón; de todos modos no me interesaba, seguro era otro amante más. Ver mis cuadros ya no me produce ninguna sensación o anhelo, al verlos siento melancolía y al mismo tiempo rabia porque nadie me permitió cumplir mi tan anhelado sueño, ahora ya todo ha cambiado, ahora soy una escorpiona. Tumbada en mi cama me encuentro pensando en Grafi, en Gunter, en Bryan y en la rubia, mis pensamientos divagan hasta que caigo en un profundo sueño. Al despertar noto que ya está por anochecer, la golpiza cansó mi cuerpo y mi mente, mas no derrocó mi sed de venganza; no puedo seguir en mi cuarto todo lo que me rodea solo me recuerda que no soy libre, me levanto en seguida sintiendo una horrible incomodidad en mi cuerpo y bajo las gradas, el hombre se había ido temprano y mamá parecía estar en el patio, al salir por la puerta noto que en una mesa se encuentra un extraño folleto, no le doy importancia y me voy de casa.
Me dirigí a mi refugio, el parque abandonado, dispuesta a desgastar mi energía sobrante y aplacar un poco la ira que siento por dentro, entro como de costumbre y quedo sorprendida al observar que en una de las paredes estaban plasmadas mis palabras: “Solo los olvidados refugian a otros olvidados” y en una parte baja en letras pequeñas dice: “yo también fui olvidado”; aquel grafiti tiene el sello de Grafi, le encanta usar el color verde en cada grafiti que plasmaba, la pintura parece estar aún fresca, lo busqué en los alrededores pero no lo encontré, me pregunté qué querían decir las letras pequeñas y por qué lo había escrito; era evidente que Grafi no me dejaría en paz, pero no podía volver a verlo ya que traicionaría la confianza de Gunter, el color del grafiti hizo que mi sed de venganza se redujera pero no se perdió; la sed de venganza era casi imposible de aplacar, ardía fuertemente y solo era saciada con sangre, sangre con sangre se paga. Tampoco logré estar mucho tiempo en mi refugio por lo que decido salir a caminar, pienso en llamar a Gunter pero luego decido que no lo haré pues puedo verlo en mi mente sonriente junto a Cloe. Las calles parecen más grises que lo habitual, el silencio es incómodo por unas cuadras, finalmente puedo oír un ruido a lo lejos, parece ser que una fiesta se lleva a cabo en esas instalaciones, una puerta se abre y una pareja sale sonriente mientras comparten caricias y besos, los veo y siento extrañar a Gunter, ellos no notan mi presencia hasta que paso al lado de ellos, unos pasos más adelante escucho que ambos discuten y ella lanza un alarido que hace que yo voltee, al darme vuelta puedo ver a la chica en el suelo cubriendo su mejilla con una mano, aquella escena me recuerda a Bryan y la furia vuelve a mi cuerpo, sin pensarlo dos veces me acerco a ellos decididamente y me pongo justo en medio desafiante ante el chico que me mira confundido
- ¡Quién eres!
- ¡Aléjate ya!
- ¡No te metas en lo que no debes!
- ¡Por qué, qué harás al respecto!- digo mientras enseño mi navaja.
Él retrocede al verla para luego no decir nada más y retirarse murmurando groserías.
Me doy vuelta y extiendo la mano hacia la chica, ella toma mi mano y se levanta, en seguida siento reconocer aquella expresión de confusión y los ojos plomos que parecen ser inocentes
- Gracias- dice seriamente y luego se retira de vuelta a la fiesta.
Camino a casa pienso “¿dónde vi aquella mirada antes?, ¿por qué siento conocer a la muchacha?”, minutos después la recuerdo, la recuerdo claramente haciendo la misma expresión cuando yo disfrutaba el reencuentro con la rubia, era una de las chicas que estaba sentada junto a la rubia y junto a Gunter, en seguida pienso: “Acabo de defender a una rubia de cabello castaño”.
Llegué a casa y noté que mamá no estaba en el sillón, parece estar en su habitación o tal vez ahora también sale a fiestas, eso no me importa más y me dirijo a mi cuarto pensando en las mil y una formas de vengarme de la rubia, tendré que esperar hasta el día siguiente. Horas más tarde papá toca a mi puerta
- ¿Jaz, puedo entrar?
- Pasa papá
- El doctor Roger me comentó de tu accidente, ¿estás bien?- dijo mientras examinaba mi ojo y mi cabeza.
- Dónde estabas anoche
- Tuve que quedarme a trabajar hasta tarde. Dime, qué fue lo que sucedió, tu mamá dijo que estabas borracha
- No es cierto, solo tomé unas copas…
- Quién te golpeó
Pienso unos segundos en contarle lo que me está pasando pero luego pienso que es mejor que no, de todos modos eso no cambiaría nada.
- Volvía de una fiesta y unos tipos se acercaron y me robaron, me negué a darles mi dinero y ahí me golpearon
- No puedes caminar por las calles a esas horas
- Puedo cuidarme sola
- No volverás a asistir a ninguna fiesta tarde, no lo permitiré
- Y tú quién te crees para decirme lo que debo hacer
- ¡Soy tu padre!
- ¡Un padre siempre está ahí para sus hijos, un padre se preocupa por ellos!
- Si me preocupo por ti
- Eso ya no importa, alguien más ya se preocupa por mí
- Por lo visto no hace un buen trabajo- dice mirando mis heridas.
- Déjame sola- digo dándome por vencida.
Por primera vez veo a papá enfadado de modo que al retirarse golpea la puerta cerrándola.
No deseo pensar en nada más, soy uno de ellos y eso nadie lo va a cambiar.
Al día siguiente al despertar solo tenía un pensamiento en la cabeza, la venganza contra la rubia, los escorpiones me ayudarán y eso muestra que si me protegen que si estaban de mi lado, al verme en el espejo noté que mi ojo seguía morado, otra vez uso las gafas de sol, mi rostro luce diferente parece cansado y casi no lo reconozco; otra vez antes de salir de casa debo enfrentar las llamadas de atención de mamá, no deseaba responderle o molestarla solo quería largarme para estar con mi verdadera familia.
Espero impacientemente a Gunter fuera de casa, se tarda unos minutos y yo ya no deseaba esperar, por lo cual decidí ir sola, caminaba por las calles y de pronto escucho el rugir de una moto que se acerca a mí, estaba molesta con Gunter por el retraso entonces no volteo y sigo mi camino, la moto paró y escucho a alguien que camina detrás de mí, me sujeta de la muñeca y yo volteo, es Grafi.
- Jaz, debes venir conmigo
- Vaya, no sabía que tenías una moto
- Hay muchas cosas que aún no sabes de mí, te lo explico en el camino…- dice mientras me jala hacia la moto.
- Creí habértelo dejado claro, ahora soy una de ellos
- Jaz esto no es un juego, las balas son reales, las muertes y las heridas también lo son
- No soy una niña, sé lo que hago y ya hice mi elección- le digo mostrándole mi tatuaje en mi tobillo
Una moto llegó a toda prisa y en seguida reconozco a Gunter quién inmediatamente se baja y se acerca a nosotros, me sujeta de la cintura y dice
- Dile a Bryan que si no se aleja de nosotros habrá problemas
Grafi no dice nada y seriamente se dirige a mí extendiendo su mano
- Por favor Jaz, ven conmigo
- Lo siento Grafi, tú ya no eres parte de los escorpiones
Gunter sonríe mientras Grafi se aleja en su moto
- Te dije que te alejaras de él
- Yo no lo llamé, él me encontró
- La próxima vez que lo vea junto a ti lo mato
De pronto tuve la sensación que no me protegía sino que protegía sus pertenencias, de todos modos no tenía tiempo para pensar en eso, solo ansiaba mi venganza. Llegamos al club como de costumbre y todos se encontraban ahí, incluyendo algunos “falsos”; Tina ya no era amable conmigo lo que despertó mi curiosidad, Jack y Gunter hablaban y de pronto Cat se acercó a mí sonriente
- Ven Jaz, te enseñaré el arte de la navaja
No me negué o discutí al respecto viendo que todos los demás se ocupaban de algo, parecían discutir de un suceso o de algo que los preocupaba. Nos dirigimos fuera del club y Cat me indicó que sacara mi navaja, así lo hice
- Qué le sucede a Tina, por qué está tan seria
- ¿No lo sabías?, anoche terminó con Jack
- Por qué, qué sucedió
- Se dice que fue otra de sus amantes, a mí no me cuenta nada, solo habla con Cloe
Más y más enemigos en contra mía, no iba a tolerar otra familia rota, en cuanto pudiese decidí dejar las cosas claras y hacerles saber que Jack y yo no teníamos nada.
- No puedo enseñarte con gafas, sácatelas
En cuanto me saqué las gafas Cat estalló en carcajadas, lo cual me enfureció pero al verla reír con la navaja en mano, hizo que me dieran escalofríos, la recordaba una y otra vez junto a Nando bailando frenéticamente, nuevamente las palabras de Grafi se hacían presentes; Cat me enseñó cómo manejarla, ya no por el aire, sino como ataque en una pelea cuerpo a cuerpo; volví a sentir mis huesos molidos, los golpes de Bryan habían dejado varias marcas moradas en mi cuerpo, cuando retornamos al club noté que ya nadie se encontraba en el lugar
- ¿Dónde están los demás?
- Se fueron a entrenar a “los falsos” y otros se fueron a la cueva
- ¿La cueva?
- No estamos aquí siempre, esto solo es el campo de entrenamiento para “los falsos”
- Soy una falsa
- Claro que no, tú solo eres una niña
Gunter jamás me dijo nada al respecto, al igual que los demás yo estaba a prueba y por el contrario a lo que yo creía, no era aún una de ellos.
Gunter y los demás llegaron sonrientes y hablando fuertemente, Jack se acercó y dijo
- ¿Terminaron la clase?
- Qué tal ustedes- dijo Cat
- Hay muchos falsos y nadie de valor
Gunter se acercó y me besó, Cat intervino
- No lo hizo mal, pero todavía le falta mucho
- Gun debemos irnos ya- dijo Jack
- Maldición lo olvidé
- Yo llevaré a Jaz, tú no puedes faltar
- Está bien
Luego se dirigió a mí y dijo
- Te recogeré a las 10
No pude decir nada más y Gunter se retiró junto a los demás, Jack se dirigió hacia afuera y yo lo seguí
- Supe que tú y Tina rompieron
- Tina nunca me entendió, yo no pertenezco a nadie
- Solo quiero que sepas que le aclararé que yo no tengo nada que ver, fuiste tú quién se acercó
- Eso ya lo veremos- dijo Jack mientras se subía a su moto.
Me subí con él y el camino a casa se tornó largo, tomamos una ruta diferente y yo intuí que había tomado el camino más largo solo para fastidiarme. Finalmente llegamos y me bajé en seguida
- ¡Ey Jaz!
Volteé a mirarlo
- No puedes escapar, no siempre serás una niña
- No soy una niña
Él sonrió y se fue del lugar a toda prisa.
Al anochecer esperé impacientemente a Gunter fuera de mi casa; cuando llegó lucía un rostro orgulloso, me besó y sonriente arrancó la motocicleta. Esperamos fuera de la casa de la rubia hasta que Bryan la recogió, en cuanto los vi sonriendo juntos sentí un ardor en el cuerpo, las ansias me quemaban. La moto de Bryan era igual de lujosa que la de Gunter, los seguimos de modo que no nos notaran, y unas calles más adelante Gunter aceleró, Bryan lo notó y también aceleró, pero en seguida se vió forzado a parar ya que lo interceptaron por delante las motos de Tato y de Jack; ambos se bajaron en seguida y desarmaron a Bryan bajándolo de la moto; la rubia veía aterrorizada todo lo sucedido, al verme mostró un rostro de rabia y se bajó de la moto. Me dirigí hacia ella sonriente, al verme reaccionó
- Si me tocas juro que te mataré
- Qué sucede ¿tienes miedo?- dije saboreando el temor producido en sus ojos.
- Mi papá tiene muchos contactos, haré que te encierren y a toda tu familia también.
No aguanté más y la golpeé en la cara, cayó al suelo y me puse encima diciendo
- No tocarás a mi familia perra
Le proporcioné un par de golpes y arranqué sus cabellos, sentí que a cada golpe no podía detenerme, deseaba matarla. Mientras tanto Gunter se acercó a Bryan a quién sujetaban por los brazos
- ¿No van a soltarme tus escorpiones? ¿Temes que pueda vencerte?
Gunter sonrió y ordenó que lo soltaran, en seguida se atacaron uno al otro. Yo por mi parte luchaba con la rubia quién arañaba mi cara desesperadamente; cansada y agitada como jamás lo había estado, me alejé de ella, mis nudillos colorados me dolían; alcé la vista mientras la rubia seguía en el suelo algo atontada por la golpiza, noté que Jack miraba atento detrás de mí, al voltear noté que una señora observaba espantada por su ventana lo acontecido; Jack alertó a Gunter mientras la señora rápidamente se alejó de la ventana. En seguida Bryan se subió a su moto y huyó del lugar, Jack y Tato hicieron lo mismo. De pronto sentí un dolor en mis piernas, la rubia me pateó provocando que cayera al suelo, se montó encima de mí, sin embargo logré quitarla de mí y la empujé lo más fuerte que pude, Gunter se acercó y poniendo la navaja en mis manos dijo
- Termina lo que iniciaste
Aunque había imaginado ese momento, estar ahí era diferente, la navaja se sentía fría, mis manos temblaban mientras mi corazón latía fuertemente; Gunter se acercó a la rubia y le proporcionó un puñetazo logrando atontarla, me acerqué a ella con la navaja en mano llena de ira, Gunter al ver mi indecisión pronunció la frase que decidiría aquel momento crítico
- ¡Mandará a matar a tus padres si no lo haces!
Aquellas palabras atravesaron mi corazón y calentaron mi cuerpo lleno de ira, la próxima imagen que veía ante mí era la navaja en mis manos y los ojos llenos de terror de la rubia, la navaja estaba hundida en su abdomen mientras que de él brotaba sangre tan roja que casi parecía negra. Todo esto era demasiado, incluso para Jaz; me alejé y mi cuerpo temblaba mientras mis manos una a la otra se acusaban. Desde lejos pude oir unas sirenas acercarse, Gunter me miró diciendo
- ¡No puedes dejar la navaja ahí, tiene tus huellas!
Al ver que yo no reaccionaba, la quitó él mismo, provocando que la rubia emitiera un sonido desgarrador. Las lágrimas empezaron su recorrido en mis mejillas.
- Vámonos, ya viene la policía- dijo Gunter subiendo a su moto, mientras las sirenas se acercaban cada vez más
El camino a casa no lo recuerdo, solo puedo recordar el sonar de las sirenas y el sonido de la moto de Gunter rugiendo por la velocidad; me dejó en la puerta de mi casa dándome instrucciones de no salir y demás para no levantar sospechas. No quise entrar a casa, sentí que en un hogar no había lugar para asesinos. Me dirigí a mi refugio y allí caí en el suelo, la imagen del terror en los ojos de la rubia se hacían presentes una y otra vez, el frío de la navaja parecía expandirse en todo mi cuerpo, me sentía totalmente avergonzada; “cómo llegué a caer tan bajo, no es esto lo que yo quería, me meterán a la cárcel, papá no querrá volver a verme”. Los pensamientos pesaban demasiado en mi mente y en mi corazón, mis manos se escondían una de la otra, todo mi ser todo el color se tornaba gris. No dejé de llorar en toda la noche hasta que cansada me quedé dormida. La luz del sol me despierta pero desearía ser otra persona al levantarme, una manta me cubre, en seguida pienso: no recuerdo haber traído una manta; sentado a un costado está Grafi pensativo, al verme despierta se acerca con una botella de agua
- ¿Estás bien? ¿Quieres agua?
- Qué haces aquí
- Me enteré de lo sucedido, fui a buscarte a tu casa pero tu madre me dijo que no habías llegado, entonces me acordé de este lugar
- No deberías estar aquí conmigo…soy una asesina- dije cayendo en llanto mientras aquellas palabras quemaban mi ser.
Grafi se acercó a mí y me abrazó diciendo
- La ambulancia se la llevó en seguida, estoy seguro que está bien
- No, no lo entiendes, yo la vi sangrar, vi su rostro…- no pude seguir y continué llorando.
Grafi no hizo más que abrazarme; por primera vez había alguien a mi lado cuando más lo necesitaba, casi no lo conocía ni él a mí pero sus brazos se sentían como un hogar, como un refugio. Cuando desgasté todas mis lágrimas y logré calmarme Grafi me entregó el agua diciendo seriamente
- Significas mucho más para mí de lo que te imaginas. Gunter no te dejará ir, no ahora que fuiste testigo de lo ocurrido, pero no debes preocuparte yo lo arreglaré, tú solo debes ocultarte de él
- ¿Por qué estás haciendo todo esto?
- Te conozco, no eres como ellos; al morir mi madre mi papá no podía mirarme, decía que me parecía mucho a ella…
Entonces recordé la frase en letras pequeñas del grafiti
- y decidió mandarme a estudiar lejos, cuando volví estaba dispuesto a vengarme de él y ahí me uní a los Halcones, entonces me di cuenta que solo me hería a mí mismo, después comprendí el dolor de mi padre y lo perdoné, pero era muy tarde para salir de los Halcones; tú tienes la oportunidad y no dejaré que te obliguen.
De pronto recordé a papá
- Debo irme, mi papá debe estar preocupado- dije levantándome para luego mirarlo y decir
- Gracias por todo Grafi
Lo abracé y él me dijo
- No salgas de tu casa, ya veré cómo lo arreglo
Al llegar a casa y abrir la puerta vi que papá y mamá estaban en el sillón, era raro ver a mamá con papá y no con un extraño; en cuanto ingresé mamá corrió y me abrazó mientras papá me cuestionaba
- Jaz dónde estuviste, estuvimos toda la noche preocupados
- Yo…me quedé a dormir en la casa de un amigo
- ¿Qué te paso?- dijo examinando los arañazos en mi rostro.
Mamá intervino
- Te dije, estaba con su novio
- No es así. Papá no pasó nada, fui a una fiesta y alguien me confundió, fue un accidente.
Mamá solo me observaba mientras papá dijo seriamente
- Jaz tenemos que charlar
- Debes ir al trabajo, lo hablaremos por la noche- le dije tratando de evadir la conversación.
Papá miró el reloj y tomando sus cosas me dio un beso en la frente despidiéndose y diciendo
- Está bien, lo hablaremos por la noche
Se fue y yo me dispuse a subir a mi habitación, pero mamá me detuvo diciendo
- Jaz espera
Me detuve y la miré extrañada de no oír gritos
- Qué está pasando
- Ya se los dije
- Eso no es cierto, soy tu madre y te conozco
- ¿Ahora si eres mi madre?- dije para luego subir a mi habitación.
Me sentí culpable por tratar de esa manera a mi madre, pero estaba enfurecida conmigo misma y sentía vergüenza de dar la cara, no quería charlar con nadie, sentía que debía esconderme pues pronto podrían enterarse; recordé a la rubia y volví a llorar, la confusión me invadía, no sabía quiénes eran las personas a mi alrededor, ni siquiera sabía quién era yo, ¿Jaz o Jasmine? En medio de la tormenta de emociones encontré un lienzo blanco, y en él plasmé mi dolor y mi vergüenza, mi desesperanza y la ausencia de mi identidad. Estuve mucho tiempo de un lado al otro tratando de decidir si obedecería Grafi o no. La llamada de Gunter sonó, me detuve mientras observaba el celular, sentí que me presionaban y que no podía escapar; más allá observé mi navaja robada, la sostuve entre mis manos y volví a recordar la sensación del frío, en seguida la solté, cayó al suelo produciendo un sonido acusador, las manchas de sangre todavía estaban allí, me dirigí hacia el baño y la lavé lo más rápido y fuerte que pude; mirándola reluciente me di cuenta que los recuerdos no podrían ser jamás borrados, la hoja reluciente me mostraba mi crimen y mi vergüenza reflejada. De pronto recordé las palabras de Tato, si me escondía podían dañar a mi familia pensando que los había traicionado, era hora de defender lo que más me importaba, mi familia. Guardé la navaja en mi bolsillo y salí de mi cuarto, al bajar noté que mamá no estaba, por un momento me preocupé por ella, pero si yo encaraba la situación no le harían daño; al igual que mamá sola me había metido en este problema y sola saldría de él.
Primeramente fui a un puente y desde la orilla lancé mi navaja al río, prometiéndome a mí misma que nunca más la usaría, tan solo ese simple acto logró quitarme un peso de encima; sin embargo era hora de enfrentar el mayor problema, aquello con lo que todo había empezado, se trataba más que solo de Gunter, se trataba de mis ansias de poder y mi necesidad de ser protegida.
Me dirigí hacia el club y al entrar noté que nuevamente Cloe estaba junto a Gunter, él al verme la hizo a un lado y se acercó a mí diciendo
- Te llamé, por qué no contestaste, estuve a punto de ir a tu casa
Me tomó de la cintura dispuesto a besarme y aunque deseaba sus labios lo esquivé, él me soltó y dijo enfadado
- ¿Qué te pasa?
De pronto Tina se acercó con un cigarrillo en mano
- ¿Ya se te pasó el sustito?
De fondo Cat reía, y Cloe intervino acercándose
- Hacemos peores cosas niña
- No soy una niña- dije seriamente mirándola, para luego dirigir mi mirada hacia Gunter diciendo
- Ni tampoco una escorpión
Con un rostro relajado y apenas frunciendo el ceño Gunter respondió
- Qué tratas de decirme
- Renuncio a todo esto, ya no soy más tu chica, ni pertenezco a los Escorpiones
- Por qué ¿te revolcaste con Grafi?
- Oíste lo que dije, renuncio- dije dispuesta a abandonar el club, Gunter atajó mi mano y yo volteé tratando de lograr que me soltara, se acercó y sonriente dijo
- No puedes, eres una criminal, robaste, apuñalaste y hasta escapaste de la policía
- No soy criminal, yo soy diferente
- No te dejaremos, si te vas hablaré, confesaré que fuiste tú quién la apuñaló
- No lo harías
Tato se acercó diciendo
- No te metas con nosotros o te quitaremos todo lo que posees, eso incluye a tu familia.
- No les hagan daño- dije sintiendo temor por mis padres.
-No puedes irte niña, ya eres parte de nosotros, ahora le perteneces a los Escorpiones- dijo Jack.
Todos tenían la vista en mí, los Escorpiones no me protegían, simplemente cuidaban sus posesiones. Me sentí acorralada y salí rápidamente de aquel lugar, cuando crucé la puerta alguien me habló
- No te resistas- dijo Tania
- Es mejor que no te resistas, pueden ser muy crueles si lo desean- continuó diciendo para luego volver a entrar al club.
Llegué a casa y mamá aun no volvía, me encerré en mi cuarto y lloré al sentir la impotencia, no solo me había condenado a mí misma, sino que también había puesto en riesgo la vida de mis padres, lamenté cada minuto perdido, a cada lágrima sentía el peso y la culpa por haber sido tan imprudente, accedí al juego de manipulación de Gunter solo por unos minutos de poder; me miré al espejo y retiré cada piercing, lavé mi rostro escurriendo cada gramo de maquillaje, dejando que el lavamanos se llevara mi careta, los poros de mi piel respiraban aliviados; por primera vez me veía tal cual era, sin capas, sin caretas, sin disfraces, aun así había algo que no podría quitar, mi tatuaje hablaba y tenía vida propia, era como la cicatriz de una herida a causa de un grave error cometido.
No dejé de pensar en Grafi y sentí que lo conocía de siempre, sin querer deposité mi confianza en él, solo él conocía Jasmine. El rugir de una moto me despertó de mis pensamientos, aquel rugir que un día me emocionó ahora me espantaba. Me asomé por la ventana y vi que era Gunter, su atuendo y su moto eran los habituales pero su rostro era diferente, ya no fingía ser alguien más como lo había hecho desde el principio, ahora era el verdadero Gunter. Tomando aire y valentía salí de mi casa y me acerqué a él, Gunter sonrió y dijo
- Qué tal preciosa
Se acercó a besarme y lo volví a esquivar, cuando lo miré tenía el rostro enfadado, me agarró de la mandíbula presionando fuertemente sus dedos contra mi piel y diciendo
- Perteneces a los Escorpiones, y qué crees, yo soy el líder- dijo para luego besarme a la fuerza, desde aquel momento no volví a desear sus labios, los cuales habían mentido muy bien a los míos. Me subí a la moto y nos dirigimos al club, lugar en el que el grupo y la mitad de “los falsos” estaban reunidos
- Qué sucede Jack- dijo Gunter mientras chocaban las manos como era de costumbre.
- Se dice que los Halcones intentarán quitarnos el terreno nuevamente
- Malditos, no lo lograrán, estaremos listos, ¿tienes tu navaja?- dijo Gunter dirigiéndose a mí.
- La tiré al río- dije seriamente mientras Cat reía.
- Entonces te valdrás de tus puños- dijo Tina sonriendo.
Gunter reunió a todos y elaboraron una estrategia de ataque en la que yo no estaba incluida, entonces Tato preguntó
- Y qué hará Jaz
- Sobrevivir- dijo Nando riendo junto a Cat y Gunter.
Yo solo pensaba en la forma de escapar, miraba la puerta nerviosamente y Tania movía la cabeza indicándome que no lo hiciera. Como no sabía de lo que los Escorpiones eran capaces, decidí hacerle caso a Tania y no arriesgarme. No había forma de escapar, pues Gunter no se apartaba de mi lado, alistaron armas de fuego, navajas y otros materiales de defensa. Gunter mandó a uno de “los falsos” para averiguar lo que los Halcones tramaban; una vez terminada la reunión todos permanecían atentos, el muchacho se tardó mucho y aún no regresaba por lo cual Gunter ordenó a todos salir del club
- ¿Lista preciosa?- dijo sujetando mi cintura.
De pronto el muchacho apareció en la puerta y aterrorizado se quedó parado, cuando se disponía a hablar se escuchó un fuerte ruido, el cual reconocí en seguida, el muchacho cayó al suelo con una bala que había atravesado su cráneo. Los disparos se escucharon y yo corrí detrás de un bote de metal para protegerme, el sonido de los cientos de balas intercambiándose de una pandilla a otra me ensordeció, mis nervios de punta y el latido fuerte de mi corazón lograron aturdirme; cuando cesaron las balas pude ver a una chica de “los falsos” en el suelo, la expresión en su rostro quedó grabada en mi mente. Gunter ordenó a otros “falsos” a atacar, en seguida los dispararon a todos; una vez sucedido esto los demás salieron y se enfrentaron los Escorpiones contra los Halcones en una masacre; gateé hasta un lugar más seguro, me dispuse a ir a los cuartos pero en seguida alguien jaló de mi tobillo, uno de los Halcones se disponía a apuñalarme pero Tania apareció y lo apartó derrumbándolo con la fuerza de su cuerpo, me miró y gritó
- ¡Huye Jaz!
Luego se volvió a concentrar en su oponente, de pronto al parame vi a Cat en un mar de sangre, todos peleaban brutalmente unos contra otros; me deslicé por el costado dispuesta a salir, avancé unos pasos y alguien me sujetó y temí por mi vida, ya nadie me defendería; suspiré aliviada al reconocer a Grafi
- Ponte detrás de mí y no te separes- dijo para luego abrirse paso entre los que lo atacaban, entre ellos Nando fue uno de los que intentó atacarlo, se distrajo al reconocerme junto a Grafi, así Grafi aprovechó para golpearlo.
Finalmente logramos salir y por fuera algunos luchaban fuertemente, entre ellos vi de lejos a Tina quién con una navaja apuñalaba repetidas veces a un muchacho que yacía muerto, ella sonreía y parecía disfrutar cada puñalada, su rostro y ropa estaban ensangrentados. Grafi me dirigió hasta que en un callejón estábamos a salvo, se aseguró que nadie nos siguiera y mirándome con preocupación dijo
- ¿Estás bien?
- Sí
- Sabía que no te quedarías en casa
- ¿Quién eres?- dije intrigada.
- No me recuerdas ¿verdad?, soy Adam…
Los recuerdos volvieron a mi mente y podía vernos jugando juntos en mi jardín mientras nuestros padres compartían felices sentados
- Eres el hijo del doctor Roger, eres Adam Roger
- Cuando te vi el día que entraste al club, sabía que te conocía, yo te conozco Jasmine- dijo poniendo suavemente su mano en mi mejilla.
Nos miramos uno al otro reconociendo nuestras miradas, miradas que alguna vez fueron inocentes
- Solo los olvidados refugian a otros olvidados- dijo mientras yo no podía creer lo que estaba sucediendo.
- No dejaré que nada malo te suceda, vete a casa y aléjate de la ciudad, yo me encargaré de lo demás
- ¿Y tú estarás bien?
- No te preocupes por mí, ahora vete- dijo para luego besar mi mejilla tiernamente.
Salimos del callejón y mientras me alejaba sentí nostalgia y me pregunté como él había podido reconocerme, no importaba, Grafi había devuelto el color en mí.
Llegué a casa más que de prisa y a lo lejos escuché las sirenas, sabía que papá estaba en el trabajo, primero debía advertir a mamá, tenía que protegerla; entré y mamá ya había vuelto, estaba en el sillón con un cigarrillo en mano, al verme entrar agitadamente se sobresaltó
- Mamá debemos irnos ahora
- ¿Qué, por qué?
- No hay tiempo para explicártelo ahora, pasaremos por papá
- Qué está sucediendo Jaz
- Hice algo malo, no puedo decir nada más, vámonos, toma las cosas más importantes y vámonos
- Tu padre no puede perder el trabajo ni tam…
- ¡Mamá vámonos!- dije tomándola de los hombros.
Mamá pareció notar la desesperación en mis ojos y sin decir nada más subió a su cuarto y empezó a empacar algunas cosas; en una maleta puse algo de ropa, comida y algo de dinero. Salimos junto a mamá y ella sacó nuestro pequeño auto torpemente ya que hace mucho tiempo no lo conducía. Acomodamos las maletas e ingresamos al auto, una vez adentro mamá tomó el celular y empezó a llamar a papá, de pronto se dirigió a mí
- ¡Las llaves!, las olvidé en la cornisa
- Yo iré por ellas- dije bajando del auto rápidamente.
Desesperada busqué las llaves pero no estaban, entré en pánico y al bajar la vista noté que estaban en el suelo, las tomé dando un respiro aliviado, di vuelta y al alzar la mirada vi una figura parada a solo unos pasos de mí, sujetando un arma en sus manos dijo
- Te lo dijimos preciosa, si te metes con los Escorpiones te quitaremos todo
Gunter lucía cansado y tenía cortaduras en el rostro y en las manos, sus ojos ardían en furia. Miré por última vez a mi madre esperando en el auto tratando de contactar a papá; un estruendoso ruido irrumpió aquel silencio, el dolor tomó su lugar al igual que la bala, “Gun nunca falla un tiro”.
Caí al suelo y desde allí vi como mamá se acercaba a mí desesperadamente para luego tomarme entre sus brazos. Gunter se alejó en seguida pero una patrulla lo siguió hasta alcanzarlo. Miré a mi madre y entre lágrimas dije
- Lo siento
- Te amo hija- dijo ella.
Una vez más alcé la mano y acaricié los cabellos ondulados y relucientes de mamá mientras esbozaba una sonrisa sincera.
- Dile a papá que lo quiero.
Mamá solo asentía con la cabeza mientras las sirenas se acercaban al lugar. La pesadez en mi cuerpo se acrecentaba segundo a segundo, poco a poco los ruidos parecían más y más distantes, finalmente mis párpados cayeron como si estuvieran hechos de metal. Todo es penumbras, siento paz, y me pregunto si aquellas penumbras son el cielo o el infierno, sea cual fuere no son los colores de una chica olvidada.
Romivi22 de octubre de 2015

2 Comentarios

  • Apurimak

    La historia es bastante fuerte, se refleja el problema adolescente, el de comunicación con los padres(entendimiento de las dos partes), el ser aceptado y protegido.
    El final me pareció que Gunter la encuentra muy rápido, cuando estaba envuelto en una lucha encarnizada con los halcones.
    Es muy difícil escribir una novela, creo que has hecho un buen trabajo, sigue así!

    31/10/15 04:10

  • Romivi

    gracias por tu seguimiento de la novela :)

    31/10/15 05:10

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