Érase una noche común y corriente, me habian invitado a una pequeña fiesta a las afueras de la ciudad.
Fui a dar un pequeño vistazo, cuando apenas estaba entrando, algo me llamo la atención, ese algo éra el.
Con su alcoholica mirada me enamoro, en sus labios me perdi al ver reflejado el zumo de limon de aquellas copas vacias frente a el, su cuerpo dotado y perfecto, me conquisto. fui a saludarlo, al caminar algo me decia que el no era perfecto, ignore ese algo y segui.
al estar frente a frente con el, detalle sus ojos, pode ver: maldad, odio, desgracia, etc...
pero eso no me detuvo para hablarle, al estar charlando note: miedo, temor y desconfianza en si mismo. al notar todo eso, supe que tenia que ayudarlo a pesar de las consecuencias que tuviera, pero recorde que soy del tipo de personas que predica pero no aplica, me gustar dar consejos, pero al final nunca los tomo para mi mismo, en ese instante supe que yo era el que necesitaba ayuda.

PERO ESA ES OTRA HISTORIA POR CONTAR.

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1 Comentarios

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  Sonoridario

  Quizá todos estemos necesitando ayuda. Hemos confiado en nuestros límites, pero los traspasamos con facilidad. Siempre me han llamado la atención las personas que ofrecen su ayuda...¡ Yo estoy aquí para sacarte de tu horrible infierno ! Héroes dentro de un universo donde asumir la responsabilidad generosa de la ayuda, es sin duda, Otra Historia que Contar. Saludos.

  19/11/14 08:11