La Gota
24 de abril de 2011
por sexoamor
El cielo estuvo llorando,
pero se regocijó
al caer una gota por mi espalda.
Se enredó en el cabello
dividiéndose en mil estrellas,
se unieron por detrás de la oreja.
Le hizo el quite a los omóplatos
y corrió como un rio por la columna
erizándola, contorneándola,
agitándola como un potro salvaje.
Un valle,
un precipicio entre dos montañas.
Al centro un volcán
de húmedos olores y de ardores.
La gota se absorvió
en el calor de su cráter.
Se transformó en sudor
y siguió su camino
a través de bosques oscuros.
Una laguna, un pasadizo oscuro
se albergó por largo tiempo
y luego cayó hasta los tobillos.
Cuanta tibieza recogió
y por fin llego a la tierra
con sus olores de fecundación.
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Los caminos del agua son infinitos, los fluidos no son fáciles de contener a no ser que se les encuentre un recipiente apropiado.
El camino de tu gota es un camino delicioso, digno de ser una y mil veces explorado. Hermoso tu poema, un placer haberlo leido.
Un saludo.