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Capítulo 13: Venganza

Da libre. Segn Hiela ya habamos hecho bastante la jornada anterior. Y la verdad es que estaba agotada, incluso me haba levantado ms tarde de lo normal, a las once, y no porque quisiera, no. El detestable sonido del mvil haba interrumpido mis sueos.
- S? dije desperezndome.
- Hola, soy Will. Quedamos? Es que ayer pasaron muchas cosas y era para hablar contigo de ello propuso.
- De acuerdo, nos vemos en el local? Luna y Hiela fueron a visitar la zona y no van a estar. Te parece bien en dos horas?
- Perfecto y colg. Haba sonado raro lo de perfecto. Habra sido ms normal hasta luego o adis, ms propio de l, pero perfecto? No le di ms importancia y pas del tema.
Como era domingo, no tena tareas ni deberes, as que fui una hora antes al local, antes pasando por el sper.
Quera una cita especial entre l y yo, algo romntico, para recordar. As pues, prepar algo para picar y arregl el lugar lo suficiente como para que no pareciese un sitio de entrenamientos mgicos. Corr las cortinas dejando el local en penumbra. Un par de velas, un bonito mantel y unos platos con aceitunas, patatas, kikos y otros aperitivos estaban sobre una mesita. A los diez minutos de acabar lleg Will.
Entr, como siempre, imponente y hermoso, pero haba algo extrao. No en su fsico, pues tena el mismo pelo, la misma cara. Ms bien era su actitud, estaba altivo, arrogante.
- Hola salud y me acerqu a l.
- Qu tal? me dijo. Me bes, aunque de manera diferente a otras. Igual de intenso, pero ms corto.
- Comemos algo?
- S, claro. Muy lindo lo dejaste todo.
Nos sentamos en un pequeo sof que haba a un lado de la mesa. Me abraz por los hombros y le sent ms fro de lo normal. No a modo de ser, sino a temperatura corporal, siempre estaba ardiendo.
- Estuve pensando en lo que dijo Nicanor ayer solt de repente.
- En qu?
- En lo de que se iba a vengar por la pualada que le diste se explic.
- No digas eso, adems de que la culpa fue suya, me pone de los nervios. Me da miedo, Will. No bromees me quej.
- Tranquila, tranquila y se inclin para besarme. El beso fue tan intenso que abr los ojos y vi los suyos. Rojos, como siempre, pero llenos de ira, de odio.
Sent que el fro metal me atravesaba las entraas. l se separ y me sac la daga. Mi grito cort el aire. Cunto dolor de un golpe, me arda la sangre. De esta no salgo viva, me dije con pesimismo.
- Por qu? le pregunt con mis ltimas fuerzas.
- Venganza respondi y se puso a andar en direccin a la puerta. En cuanto sali, entr Samuel por detrs, y no vi nada ms. Primero borroso, luego oscuro.

* * *

Estaba ya muerta? En mi opinin no, pues senta un agudo dolor bajo mis costillas izquierdas. Poco a poco fui recuperndome y al fin consegu abrir los ojos.
- Sam! Sam! Ests bien? me pregunt Hiela al ver que me despertaba.
- A ti qu te parece? Pues, no dije huraa - Qu ha pasado?
- Aqua, l intent asesinarte, te clav una daga. Lo vi con mis propios ojos explic Samuel. Lo record todo de golpe: Will, su actitud, sus ojos, sus besos. Todo ello distinto.
- Imposible, es imposible, no - me repeta una y otra vez.
- No lo es y lo sabes. Yo entraba por la puerta de atrs cuando l marchaba por la de delante. Te vi sangrando en el sof, moribunda me segua contradiciendo el sabio.
Estaba muy, pero que muy desconcertada. Cmo me haba hecho eso? Encima justo el da antes me haba dicho que me amaba, y quera hablar con l de ello, pero fui silenciada a pualada limpia. Al pensar en esto, comenc a llorar.
- Hola, est Sam? Es que no me coga el mvil dijo una voz que conoca a la perfeccin, pero que ignor.
Samuel se abalanz sobre Will y lo inmoviliz nada ms verlo.
- Traidor! le grit el sabio.
- Sultame, yo no he hecho nada! entonces me vio y supuse que tendra un aspecto horrible por la cara que puso l.
- Por qu le has hecho eso? le pregunt Luna, que estaba a mi lado, a Will en voz baja.
- Yo no he hecho nada y menos eso se defendi. Se intent acercar a mi lado, pero Samuel lo detuvo.
- No, djale. Que me de explicaciones a la cara le indiqu.
Lo solt y Will se me acerc. Sus ojos ya no mostraban odio ni rabia, sino una profunda preocupacin.
- Qu qu se supone que he hecho? me pregunt.
- Will, no s si eras t o no, pero el que me atac tena tu cara, tu cuerpo, eras t, vamos.
- Si yo te quiero, ya te lo dije ayer afirm.
- Y yo, sin embargo casi me muero y parece ser que fue culpa tuya.
- No no Algo esta mal murmur.
-Mira, esto me duele tanto o ms que a ti ya me empezaba a arrepentir de lo que dira , pero creo que esto no va bien comenzaron a caer lgrimas a borbotones por las mejillas -. En serio, va a ser mejor dejarlo.
- No digas eso, ha habido un error, estoy seguro se me acerc ms aun e intent besarme, pero le apart.
- Will nunca pens que fuera a decir aquello , mrchate.
l se alej, triste y cabizbajo, hacia la puerta.
- Algo est mal repiti.
- Vete ya le volv a decir.
Me dola ms esa separacin que la herida del costado. En cuanto se march Hiela se sent a mi lado.
- Sam, ests bien? me pregunt.
- Llama a Leah, a ver si puede hacer algo con esta herida dije con un hilo de voz, ignorando su pregunta.
- En una hora est aqu nos dijo al colgar el mvil.
- Qu hora es?
- Las cinco.
- Qu? Mis padres estarn preocupados por no haber ido a comer exclam al saber la hora.
- Ins les dijo a tus padres que estabas en el burguer con ella me tranquiliz Luna.
La hora que tard en llegar Leah se me hizo inaguantable. Pensar que todo se haba acabado me rompa el alma. Pero no poda estar con alguien que me haba apualado.
- Hola! Ya hemos llegado salud Leah al entrar - Dnde est la enferma?
- Qu rpido has llegado observ Luna.
- Hiela ya me haba dicho la calle donde se encontraba el local y el chofer nos dio un mapa de la ciudad. Ivn, que es muy bueno con mapas, me trajo hasta ac.
Ivn entr y salud a todos.
- Bueno, venga. Dejaos de rodeos y cura a Sam les aceler Hiela. Dicho esto Leah se me acerc y en breves momentos mi gran corte era tan solo una pequea cicatriz rosada.
- Qu ha ocurrido, Sam? Intentar leerte la mente es como meterse en el infierno dijo Ivn al acabar su hermana la curacin.
- Pues, vers - comenz Luna, pero interrump.
- Me marcho a casa, que estoy cansada y maana hay clase.
No hice caso de ninguna queja tipo acabas de la muerte o ests herida y cosas as, pues tena muchas ganas de echarlo todo fuera.
- Hola! Qu ha ocurrido que te he tenido que cubrir otra vez? pregunt Ins al ver que era yo la que llamaba.
- Podemos hablar? Necesito desahogarme le dije sin ninguna explicacin.
- En la chocolatera? Es que el chocolate de ah es el mejor de la ciudad propuso imaginndose ya una de esas tazas humeantes y sabrosas.
- S, en breve estoy all.
Al entrar en el lugar la vi con su ansiada taza.
- Hola, y lo siento no me pude aguantar se disculp refirindose al chocolate . Ivn me dijo que algo iba mal.
- Desde cuando hablas t con l?
- En Roma nos camos bien y por telfono, pagado por l, nos hicimos amigos, y la verdad, me gusta muchsimo me confes.
- Bueno, vale y le cont todo lo que haba sucedido, intentando evitar el dolor, pero aun as cayeron lgrimas.
- Si os amabais, era tan bonito dijo apenada.
- Demasiado bonito para ser verdad empec a llorar y ella se acerc a m y me consol.
- Tranquila, t descansa, que esto se arreglar por si solo, ya vers.

Ms tarde, de noche. Ya estaba en mi cama y mi almohada, hmeda.
No era capaz de pensar en otra cosa. Un da antes pensaba que lo nuestro sera eterno, como en aquellas pelculas de Hollywood en las que todo acaba bien, o en los cuentos que dicen y fueron felices y comieron perdices, pero me equivoqu y ahora solo senta que la oscuridad, la tristeza y la desesperacin corroan todo mi ser.




Sobras27 de diciembre de 2008

2 Comentarios

  • Purple

    bueno ahora si.. como ya te lo dije.. eres cruel, ?pork tienen que cortar? pero bueno tu decisi?n, adem?s con lo bonita pareja que hacen... un beso sobras.. y muxos abrazos y felices fiestas!!!
    chaussss

    27/12/08 10:12

  • Sobras

    ola!! ya llegue a gijon (aunq marxo pa londres el miercoles) y escribi este tiempo q estuve ausente, ya ire publicando.
    gracias pueple, y tranqui no soy tan cruel (tal vez si un poco, q nos conocemos)
    Besos y ciao!!

    29/12/08 10:12

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