Y de un momento a otro te das cuenta de que no importan las llamadas a media mañana, las flores recibidas noche y día, orquídeas, tus favoritas, en ellas van impresas las palabras de perdón y la frase que las sigue cuando te preguntan los vecinos, me he caído o, soy una patosa; esas cenas románticas alumbradas por la luz de la cocina de tus vecinos y un par de velas compradas en los chinos. Porque después de dos días todo volverá a ser lo mismo.
Y ya estas harta de cargarte a la espalda toda la mierda que destila su alma, porque tienes el corazón morado a base de golpes, de insultos, de noches en vela, llorando, implorando, para después solo recibir un lo siento y unas flores que se vuelven marchitas y que tras un par de días son sustituidas por otras y por un nuevo lo siento y un desgastado te quiero.
Me gusta este relato por que parece un microcuento de una vida iniciatica de maltratada y maltratador, todo muy bien definido y expresado como pensamiento en muy poca extensi?n.
Buen texto Sunbathe.
Un saludo.