Diib

Sinceramente este dia lo odio.Ese en que tu luz dejo de brillar,ese dia en el cual lloro la esperanza y una paloma blanca cayó al suelo,ese dia que murió un ángel. Recuerdo ese dolor como si fuera hoy...

¿El mundo entero... ...es como un pañuelo? Sí, como uno de seda, Bien suave y fino, en el que es imposible, aunque hubiera querido, guardar todo el cariño, que ella había producido. ¿Y porqué...

Según salimos del vientre de nuestra madre,la primera vista hacía este gran mundo,todos los seres humanos lloramos. Lloramos por que estamos vivos,ese llanto marca el comienzo de una nueva vida entre...

¡Pepito,si vieras que niña tenemos¡ Tu hermano está loco, loco de alegria mirando su niña trocito de vida. Se mira en sus ojos se rie en su risa, se adentra en su alma y vive en su vida. ...

Tienes ese don tan tuyo de estar siempre donde debes estar, ni sobras ni faltas, y justo cuando estás, encuentras las palabras adecuadas sin saber siquiera lo que pasa, sólo con mirarme a los ojos, y ...

Nunca se apuraba por las fotos, no como esas chicas que se ahuecan el pelo, ponen mirada seductora y adoptan una pose de estrella de cine. A ella le sobraba con exhibir su preciosa sonrisa. Así era el...

Volvías todas las mañanas sin un lugar a donde ir, no solías mirar a los ojos, tampoco solías reír. Me pregunto que ha de pasarte, me pregunto que has de sentir. Mueres todos los días, mueres al ve...

En una aldea muy cerca de escocia havia,,Señora llamada ,,Ursula,,qevivia con,su nieta ,Rosalinda,,ella hera muy feliz junto a sunieta poro estba muy preocupada porqe su trabajo hrea iland...

Esta noche, la Luna semeja ser una uña desprendida del brillante dedo de alguna presumida estrella... Desde mi atalaya nocturna ––un ático en el centro de la ruidosa ciudad––, observo como esa uña va ...

Las necias María Aurora y Leticia, profanaban el recinto de la abuela Doña Martha, con sus gritos mujeriles y niñadas. No cabía el mudo Sánchez en la discusión familiar, por mudo, ni le importaba. En ...

Entre ambos limoneros he pasado mi infancia. En tu pequeño patio que se asemejaba a una jungla esperando ser explorada por mis inquietas manos. En su inmenso jardín repleto de verdes, ...

- ¡Mamá, yo quiero los ojos del gato! - ¿Para qué, hija? - Para mi muñeca. Marcela tomó el bisturí, hizo un corte en el párpado superior y, en instantes, dos pelotitas rebotaron en el suelo. -...