Veo todo feo.
Veo gente jodiendo las baldosas con sus plantas.
Cuando paran para cruzar un semáforo los confundo con las sucias paredes de ladrillo desconchado o con las nauseabundas siluetas de las papeleras.
Los detesto.
Veo aros de caucho profanando negros caminos de brea.
Mientras miro a quienes los manejan espero para ver si saltan por los aires y me salpica la puta bazofia.
Veo muchos uniformes, nunca matan a los malos verdaderos.
No los miro de frente.
Los temo y me temo.
Veo mi orina cirrótica en mi esquina en propiedad.
Apesta.
Veo seres sarnosos sorprendentemente vivos sujetándose los ojos con tachuelas.
Me veo.
Veo gigantes de cemento y cristal que crecen y crecen sin parar.
Soban toscamente el culo de las nubes aunque estas sean adolescentes.
¡ Hijos de puta !
¡ Como rocen a mi Luna mataré o moriré, o ambas cosas !
¡ Estoy hasta los cojones !
¡ Todo es mierda !
¡ Yo soy mierda !
¡ Necesito volver a ver con cuatro ojos mi horizonte de dos azules !