Envíale una señal si tu corazón aún recuerda
las noches de risa y salivas en bocas hambrientas,
consultando sinónimos locos en mágicos libros
de cuentas de amor sin firmar recibos
con acuse a la entrega.
Envíale una señal si es falso que existe intención
de prolongar en el tiempo la mortal espera
al achique de esa distancia que desata locura
en años-beso medida y el pico en ternura
con color de cera.
Envíale una señal si al llegar el alba te acuestas
recordando triste su beso en la espalda,
y sientes con llantos que es ancho tu lecho,
si añoras sus manos palpando tu pecho,
o mata la esperanza.
Envíasela,
solo tú puedes romper el hielo,
que sus fuerzas se agotan,
que su cabeza esta loca,
que sus señales ya están consumidas,
que no puede dejar la pasión,
que muere con esa adicción,
envíasela
que os jugáis la vida.