De pequeño, te enseñan a comer, te enseñan a eructar, te enseñan a andar, a hablar, a cantar, a escribir, a beber, a ir en bicicleta a utilizar un ordenador, a programar la televisión
Pero no nos enseñan a sonreír, ni a ver las cosas con positividad, ni a luchar por todo lo que uno quiere conseguir ya que sin esfuerzo nada es posible, esto no viene en un manual de instrucciones, simplemente es la misma vida que nos da de comer, de beber y nos hace disfrutar quien a veces, nos enseña a que detrás de cada hazaña hay un trabajo detrás para conseguirla
Nada de lo que se haga será fácil, todo depende de la dificultad que nosotros le añadamos, a veces aun con miles de cristales incrustados en nuestro cuerpo se puede ver la positividad de la vida, a veces no es necesario un dolor físico, a veces el peor de los dolores es aquel que no se ve, aquel que no sangra, aquel que cambia la sangre por lagrimas
De pequeño me enseñaron a que las personas con las cosas claras son las que triunfan en la vida, aquellas que no necesitan de nadie para subsistir, aquellas con un bagaje personal importante, aquellas que sin pedirlo, están ahí para sacarte una sonrisa, aquellas que saben cómo hacerte sonreír aun que sea con tan solo un juego de móvil.
Me enseñaron que no sería fácil, que tendría que luchar por cada cosa que quisiese en la vida, y que en muchos casos no conseguiría, me dijeron también, que me arrimara a la gente con ese bagaje personal tan grande, aquellas que me facilitaran la vida, gracias por ser en tan poco tiempo una de esas personas.
Mola. No te falta razón en lo que has dicho, y creo que todo el mundo debería aspirar a convertirse en una de esas personas, o al menos tenerla cerca.