En esta parte del planeta
las cosas fueron bravas:
ejércitos, pestes, violaciones,
y una estúpida ambición por sobre todo
dió muertes y más muertes y más muertes
y cambió por páramos la tierra conocida.
Nada pudo hacer Elal,
Héroe y Dios de los tehuelches
creador del Orden Moral y de las cosas
contra ese dios sin nombre y despiadado
que se trajo un hijo clavado en una cruz
para salvar a ese montón de crueles asesinos.
Ni el gigante Gosye pudo devorarlos,
dijeron es un mito y lo mandaron
a los helados campos del olvido.
Solamente nos dejaron
esas indias amables,
inocentes
frente a tanto hombre culpable
pariendo indiecitos de ojos verdes, pelo blanco
para que hoy nos lleguen,
colados como oscuro contrabando,
los genes de su gente.
...... la historia, sus atrocidades y derivaciones.
me ha gustado amigo Toto, un saludo.
Antonio