No era como si estuviera segura de lo que pasaba en mi alborotada vida, no había llanto de un insoportable dolor cada noche, no había sonrisas en mi pálido rostro en todo momento, no había emoción alguna en mi mirada que me llevara a amar mi propia indeseable vida, estaba vacía, estaba sin vida, totalmente muerta, no físicamente, pero lo estaba, algo muy dentro de mi había muerto y probablemente no reviviría, probablemente mi alma esperaría la muerte de mi cuerpo para poder unirse en uno solo otra vez,tal vez mi alma deseaba que mi cuerpo muriera, pero mi cuerpo se rehusaba a morir, mi cuerpo luchaba por revivir a mi alma, por llenarse de vida como en los viejos tiempos y poder sentir más allá de un incomodo ardor en el pecho, mi cuerpo quería vivir pero no tenía idea de como hacerlo y ya estaba agotado, se estaba quedando totalmente sin fuerzas.
Alma muerta, cuerpo vivo ¿A quien demonios le sirve eso?

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