Las horas pasan, tu pasas. por mi lado, por el mundo. siento frio. como siempre. la neblina aumenta en cada minuto, hora. no tengo la fuerza necesaria para caminar, escapar. tal vez, nos encontraremos en otra vida. en la que puedas amarme, yo te seguire amando igual. el cuerpo se me estremece de solo pensarlo.
-te amo.
sentí mi voz. la neblina la corrió, llevándosela junto con ella... "TE amo, te amo, te amo" el maldito eco del infierno en medio de la nada. me acurruque sobre la piedra en donde aparecí. era mas fría que yo, enorme... "te amo, te amo, te amo" mis susurros en vano. solía ser feliz, tenía una vida. amigos, familia, hasta que te conocí. mi gran y horrendo error. no sé, esto no tiene sentido. perdí gente al traerla aquí, conmigo, arrastrándola... realmente me arrepiento. al menos sigo conservando mis emociones. "te amo, te amo" otra vez, cerré los ojos. esperando el momento, pronto llegaría...
-¿Yo también?
los abri, asustada. el susto y la sorpresa se apoderaron de mi. haciendo que me levantara de golpe y intentando ver de donde provenía esa voz. la neblina era igual de intensa. todo era blanco.
-!hola!
grite con el alma, dejando que el eco se hiciera en alguna parte. esperando a que alguien, ese alguien lo escuchara. espere, espere, espere,. ahora el tiempo parecía pasar, todo parecía tener sentido y vida. tenía impaciencia... vamos, vamos, vamos. !una señal! temía arriesgarme y salir corriendo. tal vez era una prueba. no, no, no. grite, impaciente. !era una prueba! intente mantenerme donde estaba, no iba a moverme más. no, esta vez no. no, no, no, no tenía nada que perder ni ganar. pensaba pasar los restos de mi días allí, hasta desaparecer. el tiempo lo hacía, aparecer, desaparecer, aparecer, desaparecer, aparecer, desap...
-!Ey, te escucho!
sonreí. alguien más. si, si, si. reí y reí como una tonta. no era la única prisionera de mis actos , de mi existencia. esta niebla, la misma cabeza. toma control de mi, llevándome al inconsciente. cegador. cegador, tan cegador que solo puedes estar solo. ¿como había entrado? ¿dónde estaba en realidad? ¿muerta? arrugue la nariz y me aclare la garganta... vamos, vamos.
-Te escucho. mi eco volvió a sonar. tal vez no perdería nada en ir a buscarle. el también quería ser salvado, quizás. puse mis manos dentro de mi campera negra y sonreí. vamos, tu puedes, tu puedes, puedes, puedes. me convencí.
-!¿Donde estas?!
nuevamente su voz.
-!No te veo! !Camina!
iré por ti.
