El creador de esta singular obra
tiene cedidos todos sus derechos a la
Humanidad. El que reproduzca, plagie,
comunique, distribuya o modifique,
intentando mejorar la totalidad
o parte de su contenido,
por cualquier medio,
sin ánimo de lucro,
con o sin su autorización,
siempre en el nombre del bien,
que sepa que caerá sobre ella
toda la gracia divina,
y aunque no rece,
Dios le recompensará con creces.
