Caminando por esos pasillos fríos y desoladores
Estructuras desechas y abandonadas
Día nublado, gente olvidada
Y caminaba hacia tu tumba
Una montaña de tierra y flores marchitas
Una mujer allí tendida, sobre la tierra humedecida
Y era yo quien te lloraba ese día
Bajo esa lluvia que comenzaba a caer entendí que estaba muerta en vida
Desde el momento en que te perdí y resigne mi vida
Ese espíritu era el mió, que no quería despegarse de ti aunque ya te hubieses ido.
Gracias amiga. Lo deje un tiempo porque ando con poca insipiración, son momentos en que la mente no esta despejada y no fluyen los sentimientos. Pero aquí estoy otra vez. Besos.