Mis excrementos huelen a nicotina, estoy parado frente a la taza y el hedor me sorprende y asusta a la vez. Al igual que en el tacho de basura arrojados incontables escupitajos mezclados con colillas de cigarrillos que consumo de diez en diez. Soy un adicto, nada genera conciencia aún. No hay culpa.
Me duele al cabeza, la garganta, chupo una menta, me atoro con mi propia saliva y toso.
Hoy no he fumado. ¿Por qué? El dolor genera razón, por lo menos este día.
Si. Estoy enfermo.
Viceralidad y crudeza del hábito de fumar. Uno lo deja y vuelve. El fort - da del objeto a, representado en el cigarrillo como expresión de la pulsión oral.
Bueno en verdad, Justo el dìa en que no has fumado es el dìa en el que peor te sientes. No abandones tus vicios, porque a la vuelta te vuelven a pescar y màs fuerte. Me gustò