OTOÑO
Busco aire y me ofrecen viento.
Quiero pasear y la vida me obliga a correr a mi pesar.
El estoico calor se arma de valor pues sabe de tu llegada y se torna en retirada.
Pasado el verano te acercas de su mano.
Anhelo sentarme al sol, sol de otoño de intensidad precisa.
Me gustaría observar caer del árbol la pena, verla partir con las primeras lluvias.
Quisiera ver los miedos perecer al igual que las hojas al caer.
Amiga de la melancolía, invitas al sosiego, al café con el amigo.
Cuenta la leyenda que a tu llegada se muestran los arboles desnudos hastiados de tu hermano él verano, saben que tu regreso es alivio de sed.
Amiga de la tarde nos concedes más noche.
Encubridora de veladas para otros vetadas.
Quien del Otoño insinuó ser hijo de la tristeza jamás supo de su belleza.
A la caída de tus primeras gotas apartas la sombra de aquellos primeros besos y caricias pintados a la orilla de la bahía.
Parada obligada de la amante olvidada, promesas expiradas a golpe de ventisca.
Aliado del café a la madrugada, compañero de la escarcha, invitado de la reflexión, parada de los sueños.
Déjame sumergirme en tu fresco aliento, susúrrame al oído en las largas noches, despiértate conmigo, haz de ti mi abrigo.
Sé que al tiempo partirás pues eres parte de él.
Pero también sé que al año he de volverte a ver.
Otoño.
PD: Como mencionen el poema Quien del Otoño insinuó ser hijo de la tristeza jamás supo de su belleza.
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