Vadearon el callejón muertos de frío,acurrucaron su
espíritu congelado al amparo de la noche inmaculada.Un luna potente fué
la animada cabaretera del desamor, irrisorio legado de antiguos
amantes.
Cubiertos sus brazos de estupor,aferrados al calor que
desprendían las velas, abrazados al candor de una calle cubierta de
escarcha fluyeron sus sueños por un riachuelo de estíercol. Suspiros
agitados se veían vencidos al viento invernal, se escuchaban a lo lejos
latidos de desesperanza.
Ahogados quedaron los gritos de un
placer juvenil. Les temblaron los labios agrietados al absorberse la
vida, al extinguirse las radiaciones que los atravesaban.
Dejaron que fluyera el sueño,el pernoctar se acercó sigiloso y los
invitó a exhalar las sobras de su soledad para llenarse del afán del
mañana venidero. La albada no les despertó.
Cautivador Zucette, no te hab?a leido, y la verdad, me gusto mucho lo que expresas con tus palabras. Saludosss