Recuerdo mirar la fuente frente a los lobos aullar y la miradas que apuñalan el sonido
Tanto tiempo después de escuchar árboles mis oídos sangran por las mentiras que los colores suelen dejar Ellos no saben nada más que ponerse máscaras frente a la verdad
Se ahogaron en el estanque para impresionar al arlequín que solía cantar
Y ahora solo te queda la luna y el sol hablando sobre el asesino que ronda frente a tu pedestal
Las flores mueren por el agua que hay en tu jardín, el sonido más cruel para un sátiro es el color rojo en tus pies
Ellos escuchan la melodía tan fría Para ocultarse de la eternidad
Se volvieron estatuas ahogadas en su miseria, arrastrando las plantas que los enterraran
Ya no es tan difícil entender cómo se puede calibrar el alma de tu cuerpo para que el más astuto la pueda usar
Ahora vos solo vos tenes la razón por qué al final no sabes cómo reflejar el sonido que te trae el color más sensible de la fuente que acaricia a la luna para despedirse de tu voz
