Somos ese tipo de personas para los que el mundo no está creado:
Desde que tenemos memoria, no hemos estado agusto en ningún sitio. Hemos cambiado de amistades algunas veces y, aún así, seguimos sin encontrar ese grupo de amigos con el que estar en armonía.
Somos tranquilos, preferimos estar sentados en un banco de cualquier parque con un colega, antes que estar en una discoteca.
También, somos los que no bebemos y no nos dogramos, sino que miramos al mumdo con nuestros ojos: no nos gusta lo que vemos, pero preferimos ser concientes de la realidad que nos rodea.
Disfrutamos con los pequeños detalles y somos unos románticos: nos sentimos bien cuando vemos una apuesta de sol.
Somos de lágrima fácil, las historias nos cautivan y nos hacen sentir parte de ella. También nos preocupamos como el que más por personas que ni si quieran se acuerdan de nosotros.
No nos olvidamos de un cumpleaños pero, excepto nuestra familia, nadie se acuerda del nuestro.
No consideramos un regalo la vida, simplemente la vivimos y lo hacemos con la esperanza de que algo cambie, pero todo sigue igual.
También, escogemos a una mujer por sus ojos y por lo que vemos a través de ellos sobre su alma. El cuerpo es el maquillaje de alma. Nos da igual como sea por fuera porque, con el tiempo, eso desaparece.
Nos sigue enamorando una carta de amor porque encontramos en las letras, la mejor forma para expresarnos.
Vivimos continuamente buscando algo más: el sentido por el que estamos en el mundo y, a veces, lo encontramos o, al menos, creemos hacerlo.
Pero sí, somos del grupo de marginados que les enamora una banda sonora, un paisaje conmovedor, un ambiente tranquilo y una tarde de verano con un buen libro.
"La vida no es fácil, el que lo dice vive en una mentira".
2KX
