Matar El Día
05 de marzo de 2013
por abrahamsaucedocepeda
Me apena la caricia de la cama, me embriaga el sueño en las pupilas, aprovechar medianamente el día no es ninguna hazaña. A veces, el dolor en las sienes me reanima, a veces me amarga la saliva, a veces nada más me mata. Ya muerta el hambre, deja su cadáver hediondo en mis entrañas, y pasa el día sin pasar más nada. A veces, un rincón de mi habitación está más frío, a veces me fatiga el tiempo perdido, a veces quiero despertar dormido, algunas veces incluso lo consigo. Cualquier día entre semana, las letras que no escribo repiten su burla insolente: