Rosa la francesa que se desvestía en la terraza.
Color rosa la princesa, la luna le excitaba.
Y si tuviera rodillas, la luna se postrara.
A adorar a la princesa, color rosa, encuerada.
Vaya forma de enriquecer mis cuatro versillos. Gracias Mejo, un abrazo.
Gracias a tí Abrahan, eres una luz en este desierto en el que han convertido esta página.
Rosa la francesa, la que vivía descaminada
Se desnudaba delante de la luna
Para que la luna la mirara
Pero la luna estaba en cuarto menguante
Y sus ojos habían perdido la visión de los acontecimientos.
Desnudarse ante la luna no sirve para nada.
Desnudarme ante ti,
ya es otra cosa.