Vender una Bala
18 de abril de 2010
por abrahamsaucedocepeda
Nace, de un liviano orgasmo, consecuencia redonda del odio que alguien pretende que alivie. En un rojo instante, entiende el fuego y el ruido, la memoria se la aporta su genealogía, se conoce objeto propio de sangres, pasiones, dioses que deliran. Cae hacia delante, quebrando su geometría curva contra un cuerpo preciso, que expone su miedo en un rasgo monstruoso. No imagina merecer las filosofías que le dieron vida, ni las religiones, se parece más a algún soldado cuando considera negar su objetivo, y luego mata o luego muere, o solo muere.
De Rato1156 lecturas, 0 comentarios
no me gusto...