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Maria la Trotskista 30 de agosto de 2010
por achachila

Pasaron nueve días de violencia, incertidumbre, denuncias de ambos lados, luto, llanto y temor generalizado: como consecuencia de la toma del aeropuerto privado “G. Newsberry” por parte de miles de pobladores sin vivienda y la sangrienta acción de desalojo hace casi dos semanas, toda la nación se convulsionó a extremos no vistos desde la década de los ’50 en el pasado siglo.

Pese a haberse dictado el estado de sitio, a las 48 horas de iniciado el combate callejero, todos los sindicatos, federaciones, mutuales y gremios se sumaron a las protestas y salieron a revolver la sociedad inequitativa, discriminadora, racista y colonialista que por generaciones había mantenido a los pocos de siempre dueños de casi todo y a los descendientes de los despojados bajo su control perverso.

Temerosos y rastreros como es su hábito, los curas fascistas intentaron enmascararse en su iglesia y convocaron a un “diálogo nacional”; solo asistieron sus ovejas y los diablillos disfrazados de las clases dominantes.

La situación empeoraba y ya se hablaba de guerra civil. Por mediación de organismos internacionales y ciertas ONGs fue posible –contra toda esperanza- generar un encuentro entre los gobernantes y representantes del pueblo alzado.

Siendo una exigencia de los sectores populares que todas las conversaciones se televisen y sean de conocimiento público, en medio de fuertes medidas de seguridad y cámaras de decenas de medios, se inició el encuentro en un gran centro de convenciones de un lujoso hotel de la capital.

El sector popular se mantuvo unido y decidió condensar su participación en la lectura de un único documento que sería leído por la autodenominada “comandante María” polémica trotskista transformista del sector minero.
Haciendo de lado apariencias y protocolos, llegado el momento, la escogida por los populistas se irguió cuan alta era, y con voz chillona dio lectura al documento consensuado noche antes.

“El pueblo exige la inmediata suspensión del estado de sitio, el repliegue de los militares a sus cuarteles, la entrega de los terrenos del aeropuerto Newsberry a los hermanos sin techo, la destitución de los ministros de gobierno, economía, desarrollo económico, industria y comercio, educación…”

Por treinta minutos se escucharon demandas, de grueso calibre; al concluir, manifestó que habiéndose iniciado la lucha popular, se había decidido no dejar el combate si no se obtenía uno solo de los puntos exigidos. La sala quedo en silencio. Furtivamente el cardenal y su secretario salieron de la sala, de igual manera que lo hicieron los conocidos masones jerarcas del aparato gubernamental y el presidente de los empresarios privados.

A continuación, siguieron las participaciones de los ministros, todos hicieron uso de su habitual discurso de dialogo, convergencia, intereses sagrados de la patria, valores morales, patriotismo y llamados a la cordura. Por dos horas los representantes populares debieron oír un rosario conocido y detestado; decidieron abandonar la sala.

Casi teatralmente, el presidente los llamó e imploró diez minutos más, luego de su discurso podrían irse. Entre dudas y algunos abandonos, la mayoría optó por escuchar.

El presidente indicó que el gobierno accedía a todas sus peticiones, en aras del futuro de la nación, inmediatamente se crearían trece comisiones bipartitas de trabajo para operacionalizar las exigencias del pueblo. Se aceptó el despido de ministros y secretarios de estado, se dejaron libres a los detenidos políticos y solo se pedía renuncia por los altos intereses del estado.

Sin más que objetar, se procedió a la firma del acta correspondiente. Los medios hicieron plena cobertura del acuerdo nacional, a continuación se ofreció una lujosa cena en el mismo hotel.

Eso fue siete años atrás, el aeropuerto Newberry se vendió a una empresa urbanizadora que construyó bellos chalets de lujo, los sueldos permanecen congelados por sexto año consecutivo, la miseria del pueblo que entonces salió a luchar a las calles es mucho mayor aún, no hay palabras para definir la inequidad rampante.

Los miembros del pueblo designados a las comisiones ofrecidas, recibieron en cuestión de días, menudas ayudas financieras, María la Trotskista se hizo dar un cargo directivo en una ONG norteamericana y promueve el libre comercio.

Hoy, algunos atrevidos exigen saber cual el paradero de los líderes populares que en ese entonces, no se vendieron. Las otras exigencias se olvidaron al calor de videomatch, el campeonato mundial, transmisiones de Miss mundo, realitys para mongólicos, telenovelas y bastante cerveza, vino y licor popular, para no olvidar la legalización del matrimonio gay.
............

3 Comentarios

Si, la historia de corrupción y de los vendidos de siempre se repite, pero siempre aggiornada por otra versión, otra per-versión diría yo.Hoy, en Argentina, hay una presidente que no huye, hoy en la Argentina, aparece un cambio y no va a ser seducida ni empleada de ninguna empresa norteamericana.Cariños.

12/12/10 09:12

Estoy hablando de Vila Soldatti, que estoy segura habras leido, xenofobia, discriminación, lavarse las manos, los juegos de la política , que algunos intentamos modificar.

12/12/10 09:12

Es difícil opinar al respecto...

Pero la molienda de la historia sigue haciendo harina...

17/12/10 03:12

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