Siempre acabo pensando lo mismo,
"esta fue la última vez",
pero de ningún modo
sé concluir el ciclo,
siempre hay algo
que me atrae aquí de nuevo...
los ojos del lobo brillando
como brasas en mi interior,
las dagas de mi pecho
desangrando la madrugada,
sentir que estar escribiendo
es un aullido efímero
que eclipsa el eterno vacío,
cada noche,melodía silenciosa
que colapsa mi ser,
no puedo huir de sus fauces
una jodida ansia voraz lo impide,
torno oscuro y melancólico,
arrancado de mi carne
solo hace aumentar
el apetito del alma...
el lobo me persigue en sueños
y sigue ahí cuando despierto,
el lobo da caza a mis demonios
y los expele en una dimensión
para mí desconocida,
el lobo se comió al cordero
y ya forma parte de mi piel,
el lobo soy yo,
susurrándole a la luna,
acariciando la desesperanza,
deborando al miedo
y escupiéndolo al mundo
en forma de palabra...
